domingo, 26 de junio de 2022

"La URSS es el baluarte de la paz". Treinta años de un emblema mutante en la Leninsky prospekt (1961-1991)




En 1961 las autoridades soviéticas instalaron un enorme emblema de la URSS sobre la jardinera central de la Leninsky prospekt (avenida Lenin) de Moscú, a la altura de la calle Kravchenko. Un emblema (o escudo, aunque técnicamente no respetaba las normas heráldicas) que a lo largo de los siguientes treinta años sufrió múltiples mutaciones tanto en su diseño como en los eslóganes que exhibía (la fotografía superior muestra su aspecto final en 1988, antes de su desaparición). Esta evolución hizo que se convirtiera en un elemento urbano muy popular entre los moscovitas y en una improvisada metáfora del devenir político y social del país.
 
Se trataba de una versión gigante del escudo de la Unión Soviética adoptado el 6 de julio de 1923 y descrito en el artículo 143 de la Construción de 1936 como "una hoz y un martillo sobre el globo terráqueo, iluminado por los rayos del sol y orlado de espigas (...), con una estrella de cinco puntas en lo alto". En la versión oficial, una cinta de color rojo abrazaba la base del emblema, mostrando la frase "¡Proletarios de todos los países, uníos!" en las quince lenguas de las Repúblicas Socialistas Soviéticas. En el monumento de la avenida Lenin sí hubo inicialmente un dibujo de la cinta roja pero nunca apareció la famosa proclama de Karl Marx.

El primer escudo de 1961, de autor desconocido, se montó sobre una estructura metálica rodeada de pequeñas banderas rojas, dando la bienvenida a los automovilistas que entraban en Moscú por el extremo meridional de la incipiente carretera de circunvalación. Estaba pintado de rojo, amarillo y azul. Años más tarde, seguramente con motivo de los Juegos Olímpicos de 1980, el monumento sufrió una primera reforma con la instalación de un panel trasero de refuerzo donde se podía leer la frase "La URSS, un único estado multinacional" (en ruso, Единое союзное многонациональное государство - en ruso transliterado, Yedinoye soyuznoye mnogonatsional'noye gosudarstvo). Debido al impacto que causó en la ciudad, entre 1982 y 1983 el emblema se rehizo completamente siendo construida, como nuevo soporte, una enorme estela de cemento y hierro forjado cubierta con láminas de color rojo. En lo alto de dicha estela se colgaron, en ambos lados, dos nuevos escudos idénticos, hechos de acero y sin pintar. El eslogan escogido para la ocasión fue "Moscú, capital de la URSS" (Москва, столица СССР - Moskva, stolitsa SSSR). Tanto la estela como los escudos eran obra del escultor Stepan Alexándrovich Shchekotikhin (1942).

La visita en 1988 del presidente norteamericano Ronald Reagan, en plenas negociaciones sobre desarme nuclear, provocó la introducción de un nuevo lema: "La URSS es el baluarte de la paz" (СССР оплот мира - SSSR oplot mira), con las tres palabras colocadas una debajo de la otra. Es la frase con la que ha pasado a la historia, ya que el 1 de noviembre de 1991, casi tres meses después del golpe de estado contra las reformas de Gorbachov y dos meses antes de la disolución de la URSS, el conjunto fue parcialmente desmantelado (desapareció el escudo pero no la columna de cemento) siendo substituido por el nombre y el logo de la entidad financiera "Inkombank", de plástico y con letras azules. Un logotipo que mostraba una extraña y morbosa similitud con los dos haces de espigas del escudo soviético, uno de los cuales parecía haber sido girado ciento ochenta grados.

El emblema de acero y las tres palabras del eslogan fueron transportados al Muzeón, el parque público moscovita que sirve de cementerio espontáneo para los monumentos soviéticos retirados de su lugar de origen. Y allí continúan en la actualidad, expuestos al aire libre cerca de la Casa Central de los Artistas. Es uno de los elementos más fotografiados por los visitantes del parque, aunque probablemente muchos desconocen su historia. El escudo se mantiene en pie gracias a una simple estructura metálica, parecida a la que en 1961 sostenía el emblema primigenio.

El "Inkombank" quebró siete años después de que su logo substituyera el escudo de la URSS, llevándose por delante los ahorros y las ilusiones de muchos rusos que buscaban en el capitalismo y el consumismo las respuestas a sus anhelos como ciudadanos ex soviéticos. La estela sobrevivió en ese mismo lugar durante dieciséis años más, sirviendo de soporte para otros anuncios publicitarios. Hasta que una reforma en la normativa municipal sobre mobiliario urbano obligó a su demolición en 2014. Sesenta años después, nada queda de todo aquello en la jardinera central de la Leninsky prospekt.

El periodista catalán Rafael Poch, corresponsal del diario La Vanguardia, mantuvo una relación directa con aquel escudo, porque durante los últimos años de la URSS su domicilio se encontraba cerca del cruce de la avenida Lenin con la calle Kravchenko. En su excelente artículo Leonov, una vida al servicio del estado soviético (Ctxt, 07/05/2022) explica los paralelismo entre esta historia y la biografía del teniente general del KGB Nikolái Sergéyevich Leonov, último jefe de su departamento analítico, recientemente fallecido. En el artículo, habla de la nostalgia que le provocó el desmantelamiento del emblema. Concretamente, de la sensación de "carencia", "tristeza" y "pérdida", y no precisamente por la caída de un socialismo ya en decadencia sino por algo más profundo e íntimo, relacionado con su generación y con el paso del tiempo. La misma que sentimos muchos cuando desaparece un símbolo soviético de las calles de cualquier ciudad. Un símbolo que durante muchos años representó una realidad que nunca más volverá a existir.

Mayakovski




Con un punto rojo, el cruce entre la avenida Lenin y la calle Kravchenko, donde se encontraba el emblema soviético. En la parte superior del primer mapa se ve el meandro del río Moscova entre el estadio Lenin (luego Luzhnikí) y el edificio de la Universidad Lomonósov




En 1961, año en que supuestamente se instaló en esta esquina el emblema de la URSS, la Leninsky prospekt era una carretera de circunvalación. Más allá de este punto, hacia el sur, solo había descampados donde se comenzaban a edificar grandes bloques de apartamentos. En la primera imagen, de ese mismo año, se puede ver un enorme socavón frente al escudo soviético, una foto de Karl Marx y lo que parece un panel publicitario de una compañía aérea. En la segunda, aparecen dos carteles en los que se puede leer, a la izquierda, "Gloria al pueblo soviético - Constructor del comunismo" (СЛАВА СОВЕТСКОМУ НАРОДУ - СТРОИТЕЛЮ КОММУНИЗМА / SLAVA SOVETSKOMU NARODU - STROITELYU KOMMUNIZMA); y a la derecha, "Gloria al Partico Comunista de la Unión Soviética" (СЛАВА КОММУНИСТИЧЕСКОЙ ПАРТИИ СОВЕТСКОГО СОЮЗА - SLAVA KOMMUNISTICHESKOY PARTII SOVETSKOGO SOYUZA)




Fotografías de 1963 y 1964, respectivamente, donde se observa con claridad el primer escudo soviético adornado con banderitas rojas








Imágenes de 1965 y 1966 en las que queda de manifiesto que los amplios espacios urbanos habituales en aquella época, además de la escasa circulación de vehículos, magnificaban la presencia, en medio de la avenida, del emblema de la URSS, que debió causar un gran impacto visual y emocional entre los moscovitas


En 1967, quincuagésimo aniversario de la Revolución de Octubre, se aprovechó este espacio para conmemorar dicha efeméride


En 1972 la esquina seguía luciendo los mismos lemas revolucionarios que había diez años antes. En este caso, "Gloria al pueblo soviético" (СЛАВА СОВЕТСКОМУ НАРОДУ - SLAVA SOVETSKOMU NARODU) y "Gloria al PCUS" (СЛАВА КПСС - SLAVA KPSS)


Fotografía de 1973-1974 en direcció nordeste


Imagen de 1981-1982 tras la "reforma olímpica" del emblema. Se puede leer "La URSS, un único estado multinacional" (Единое союзное многонациональное государство - Yedinoye soyuznoye mnogonatsional'noye gosudarstvo)


Fotografía de 1983-1984 con el nuevo (y doble) emblema soviético de acero, instalado sobre la estela de cemento y hierro forjado, tal como los diseñó Stepan Alexándrovich Shchekotikhin (1942). El lema rezaba "Moscú, capital de la URSS" (Москва, столица СССР - Moskva, stolitsa SSSR)




En 1988 la visita del presidente norteamericano Ronald Reagan propició el cambio de eslogan por el otro que ha quedado ligado a la historia de este escudo: "La URSS es el baluarte de la paz" (СССР оплот мира - SSSR oplot mira)


Imagen de 1991 con una joven cruzando frente al escudo de la Leninsky prospekt. El estado de degradación de todo el conjunto, además de la bolsa de plástico con la bandera imperial rusa y una cruz, presagiaban el final de toda una era


Desmantelamiento del doble escudo y del lema soviético el 1 de noviembre de 1991




Entre 1991 y 1998 este fue el aspecto del anuncio publicitario de "Inkombank" que substituyó el escudo soviético de la Leninsky prospekt. De plástico, luminoso, de color azul, instalado sobre la misma estela de Shchekotikhin y con una forma sospechosamente parecida al emblema eliminado


Tras la quiebra de "Inkombank", desde 1998 hasta 2014 la misma estela sirvió de soporte a diversos anuncios publicitarios (y también, cómo no, a algún grafiti). Anuncios que se extendían a lo largo y ancho de la Leninsky prospekt




El escudo de Shchekotikhin se trasladó al Muzeón de Moscú, el cementerio de los monumentos soviéticos, donde hoy en día miles de personas lo visitan con la intención de hacer un viaje al pasado, nostálgico para algunos, curioso para otros. La primera fotografía es del autor del blog y fue obtenida en agosto de 2006

La flecha blanca indica el lugar exacto donde se encuentra el escudo en el Muzeón de Moscú, junto a la Nueva Galería Tretiakov. Al Muzeón se accede por la Krimskiy Val (la avenida en la parte inferior de la imagen), justo enfrente de la entrada al Parque Gorki


Captura de Google Street View de mayo de 2019, realizada en la esquina de la Leninsky prospekt y la calle Kravchenko en dirección norte. Como puede verse, no queda ni rastro de la estela que soportó el emblemático escudo de la URSS

viernes, 22 de abril de 2022

La placa (sin nombre) dedicada a Markus Wolf, el espía sin rostro de la RDA



Sobre la fachada del número 8/2 de la Nizhniy Kislovskiy pereulok de Moscú se encuentra instalada una placa que conmemora los años en que los hermanos Markus y Konrad Wolf vivieron en este lugar poco después de haber huido de la Alemania Nazi. La placa, obra de Manfred Zalow y Carlo Wloch, fue inaugurada el 20 de diciembre de 1988, menos de once meses antes de la caída del Muro de Berlín. La inscripción en ruso reza:

В зтом доме жили с 1934 по 1945 год Участники антифашистского движения
немецкий писатель
ФРИДРИХ ВОЛЬФ
И
КОНРАД ВОЛЬФ
режиссер
Президенг Академии искусств ГДР

V ztom dome zhili s 1934 po 1945 god Uchastniki antifashistskogo dvizheniya
nemetskiy pisatel'
FRIDRIKH VOL'F
I
KONRAD VOL'F
rezhisser
Prezideng Akademii iskusstv GDR


En esta casa vivieron desde 1934 hasta 1945 los miembros del movimiento antifascista
El escritor alemán
FRIEDRICH WOLF
KONRAD WOLF
Director
Presidente de la Academia de Artes de la RDA

Curiosamente, en la inscripción no aparece el nombre de Markus Wolf, sino el de su hermano, Konrad, director de cine, y el de su padre, Friedrich, médico, escritor y primer embajador de la RDA en Polonia. Aunque en 1988 la RDA y la URSS todavía existían (y, por tanto, no se podían revelar determinados secretos que pudiesen afectar a los servicios secretos orientales), la identidad del espía apodado Mischa ya se había dado a conocer en 1979, cuando el semanario alemán Der Spiegel publicó en su portada del mes de marzo (número 10 de la revista) una fotografía de Wolf tomada en secreto durante una misión en Estocolmo. Es por ello que resulta como mínimo extraña la omisión del nombre de Markus Wolf en la placa de la calle Nizhniy Kislovskiy.
 




El pasaje Nizhniy Kislovskiy (con forma de arco) se halla a pocas calles del Manège, los jardines de Alejandro y el Kremlin (parte derecha de la primera imagen). Se encuentra situado entre las calles Vozdvizhenka y Bolshoy Kislovsky, cerca del bulevar Nikitsky








La placa (puntos rojos en los mapas) está clavada en la parte izquierda de la fachada, a la altura de la planta baja, casi al nivel de la acera. El bloque es fácilmente identificable por el ascensor exterior que tiene instalado sobre la puerta de entrada


Markus Johannes Wolf (Mischa) nació en Hechingen (Alemania) el 19 de enero de 1923. Era hijo del médico de origen judio y miembro del Partido Comunista Alemán Friedrich Wolf y hermano del cineasta Konrad Wolf. En 1933 y tras la victoria electoral de Hitler, su familia se exilió, primero a Suiza y Francia y a partir de 1934 a la URSS. Entre 1940 y 1942 estudió en la Escuela de Aeronáutica de Moscú. Fue evacuado a Kuschnarenkowo (Urales) y en 1943 se convirtió en redactor del periódico Deutscher Volkssender. En 1945 regresó del exilio con el 'Gruppe Ulbricht' y al año siguiente participó como comentarista de los Juicios de Núremberg. Entre 1949 y 1951 trabajó para los servicios diplomáticos en Moscú. En 1953 colaboró en la creació del Hauptverwaltung Aufklärung (HVA), el servicio de inteligencia en el extranjero de la RDA. Fue el responsable de la formación de los 'espías Romeo' que seducían a secretarias que trabajaban en el gobierno federal de la Alemania Occidental (RFA). Uno de ellos fue Günter Guillaume, que logró convertirse en el secretario personal de Willy Brandt, el canciller alemán que tuvo que dimitir en 1974. Se retiró del servicio activo en 1989, a los 66 años. Durante mucho tiempo se le conoció como el 'espía sin rostro', porque los servicios secretos occidentales no dispusieron de un fotografía suya hasta finales de los años setenta. Tras la reunificación alemana, huyó a la URSS, entregándose al año siguiente a la autoridades de la RFA. Fue condenado aunque no ingresó nunca en prisión, porque sus actividades las había llevado a cabo fuera del país. Murió el 9 de noviembre de 2006 mientras dormía en su casa de Berlín (la misma que le concedió el gobierno de la RDA cuando se jubiló). Tenía 83 años. Está enterrado en el cementerio central de Friedrichsfelde


El cementerio de Friedrichsfelde (Berliner Gemeindefriedhof Friedrichsfelde) se encuentra situado en el barrio berlinés de Lichtenberg. En él reposan los restos de muchos líderes antifascistas del siglo XX, como Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg (aunque una autopsia realizada recientemente demostró que esto no era exactamente así). En 1926 Mies van der Rohe construyó un memorial dedicado a los Espartaquistas caídos durante la década anterior (el monumento fue destruido por los nazis en 1935). Durante la división de las dos Alemanias el cementerio de Friedrichsfelde perteneció a la RDA. Es por ello que se encuentran enterrados aquí algunos líderes y figuras destacadas de la Alemania Oriental. Entre otros, Walter Ulbricht, Wilhelm Pieck y Erich Mielke. Y también Friedrich, Konrad y Markus Wolf


En 1997 apareció publicada en inglés Man without a face: The Autobiography of Communism's Greatest Spymaster, una detallada y polémica autobiografía escrita por Markus Wolf en colaboración con la periodista británica Anne McElvoy. Una obra que muchos tildaron de blanqueo de la figura del espia alemán, aunque conocidos de sobra los prejucios que aún existen en relación a la extinta República Democrática Alemana, posiblemente se trate de otra calumnia infundada sobre este país. Sea como sea, el libro resulta apasionante como obra sobre el mundo del espionaje. Aquí se tituló L'home sense cara (en catalán, publicado por la editorial Quaderns Crema, 1999) y El hombre sin rostro (en castellano, de la editorial Javier Vergara, 1997).
 
Es esta autobiografía el autor hace mención de su etapa en Moscú. En la edición en catalán encontramos los siguientes extractos:
 
"En aquells moments, els nazis havien congelat els nostres comptes bancaris i confiscat les nostres propietats. L'asil que ens va oferir la Unió Soviètica representava la salvació per als meus pares, Koni i jo. Amb l'ajuda d'un amic, el dramaturg Vsevolod Vixnevski, el meu pare havia trobat un apartament petit de dues habitacions al carrer Nijni Kizlovsk, un dels carrers recargolats del segle XIX a l'antic centre de Moscou, al darrere del carrer principal, l'Arbat, estimat pels escriptors i els intel·lectuals . El març de 1934, la meva mare, el meu germà Koni i jo vam seguir-lo.
 
Ens vam adaptar lentament a una llengua i una cultura estranyes, espantats pel comportament rude de la mainada que compartia el nostre pati. 'Nemets, perets, kolbassa, kislaya kapusta', ens cridaven: 'Alemanys... pebre, salsitxa, sauerkraut'. També es reien dels nostres pantalons curts, i nosaltres pregàvem a la nostra mare que ens poses de llargs. Finalment, va cedir amb un sospir, tot dient:
 
- Ara ja sou uns homenets.
 
Però ben aviat ens va fascinar el nostre nou entorn. Després de la nostra infantesa provincial alemanya, aquella ciutat atrafegada, amb la seva manera de fer deseixida, ens emocionava. En aquella època, la gent encara escopia les cloves de les pipes de gira-sol a terra, i els carros de cavalls omplien els carrers de soroll. Moscou encara era un 'poble gran', una ciutat amb maneres de pagès. Primer vam anar a l'Escola Alemanya Karl Liebknecht (una escola per a fills de pares de parla alemanya, que rebia el nom en honor del líder socialista de la revolta espartaquista de gener de 1919, que va ser assassinat a Berlín no gaire després); posteriorment vam anar a un institut rus. Quan vam arribar a l'adolescència, amb prou feines sens podia distingir dels nostres companys de classe nadius, perquè parlàvem el mateix rus col·loquial amb accent de Moscou. Teníem un parell d'amics especials, George i Victor Fischer, fills del periodista americà Louis Fischer. Ells em van posar el motiu 'Mischa', que m'ha quedat per sempre més. El meu germà Koni, per no quedar de banda, va adoptar el diminutiu 'Kòlia'.
 
Conservo el Moscou dels anys trenta a la memòria com una època de llum i d'ombra. La ciutat canviava per moments. Jo era un adolescent força seriós, i ja no considerava Stalin un màgic. Però a mesura que els nous blocs d'apartaments de múltiples pisos apareixien al voltant del Kremlin i el trànsit s'incrementava sobtadament amb els cotxes negres que substituïen els cabriolés, era com si algú hagués fet una passada amb una poderosa vareta màgica i hagués convertit el Moscou del passat en un paisatge futurista. L'elegant metro, amb els llums Art Deco i les seves escales mecàniques esfereïdorament altes, brunzia de vida, i ens passàvem les tardes després de classe explorant-ne les cambres, que ressonaven com una vasta església subterrània. La desastrosa escassetat d'aliments dels anys vint havia millorat, però malgrat els nous edificis, els amics de la meva família, sobretot intel·lectuals russos, vivien apilonats en apartaments minúsculs. Hi havia espectaculars desfilades el dia 1 de maig. Les notícies emocionants del dia informaven de les gestes de l'època, com l'intrèpid rescat de l'expedició Txeliuixkin dels gels de l'oceà Àrtic després de conquerir el Pol Nord. Seguíem aquests esdeveniments amb el mateix entusiasme que la mainada occidental dedicava als seus equips preferits de futbol americà o de beisbol.
 
Amb una passió similar, Koni i jo vam ingressar als Joves Pioners Soviètics -l'equivalent comunista dels minyons escoltes- i vam aprendre cançons de batalla sobre la lluita de classes i la mare pàtria. Com a Joves Pioners, desfilàvem en la gran demostració de novembre a la Plaça Roja, en commemoració de la revolució soviètica, cridant consignes d'elogi a la figureta vestida amb un abric que s'estava a la balconada, al capdamunt de la tomba de Lenin. Passàvem els caps de setmana als boscos del voltant de Moscou, collíem mores i bolets perquè el nostre pare, fins i tot ara que era un habitant de la ciutat, estava decidit a conservar la seva adoració de la natura com a forma de vida. Jo encara trobava a faltar, però, els requisits culinaris alemanys, i l'escassa dieta soviètica, amb la seva base de farinetes de fajol i iogurt agre, em semblava desesperadament avorrida." (pp. 64-66)
 
"Tenia onze anys quan vaig abandonar Alemanya i vaig anara a Moscou, i vaig tardar onze anys més a retornar a Alemanya. Sovint m'han dit que era 'mig rus'; m'ho han dit de broma, amb condescendència, i a vegades com a crítica, però jo no m'ho he agafat mai com un insult, i el patrocini dels russos va ser un element essencial per a la meva carrera. Els meus companys comunistes alemanys sabien que la meva vida havia estat modelada a la Unió Soviètica per l'esperit profund dels russos. La meva proximitat a la Unió Soviètica em donava una autoritat que posteriorment podria utilitzar amb fermesa en les disputes.
 
Quan visitava Moscou per afers oficials, em treia del damunt la meva identitat alemanya formal de seguida que podia i adoptava el posat d'un moscovita, passejava per carrers i xerrava amb gent que em resultaven molt més familiars que no pas Berlín i els berlinesos. Anava fins al nostre antic edifici d'apartaments al carrer Nijni Kizlovsk, que ara llueix una placa commemorativa en honor del meu pare i el meu germà, i visitava molts dels meus antics amics de l'Arbat. Amb el meu amic Alik, que havia perdut una cama a la guerra i s'havia fet professor d'alemany, passejava pel nostre antic barri fins al carrer Gorki, que ara es torna a dir Tverskaia, com abans de la revolució. Quan érem estudiants vam estar-nos moltes hores fent cua al famós Teatre de l'Art de Moscou per poder aconseguir entrades per veure interpretar Anna Karenina a la gran Tarasova, o per veure Michoels, l'estrella del teatre jueu que hi havia prop de la nostra escola". (pp. 79-80)


domingo, 6 de marzo de 2022

El Club Obrero Krasnyy tekstil'shchik

Ir a la entrada anterior sobre 'Clubs Obreros'


En el embarcadero Yakimanskaya del canal Vodootvodny (canal de Drenaje), en la esquina con el pasaje Golutvinskiy y a pocos metros de la desembocadura en el río Moscova, existe un llamativo edificio rojo de estilo fabril que fue sede entre 1921 y 1990 de la factoría Krasnyy tekstil'shchik (traducible por "Obreros rojos del sector textil", aunque sin relación con el color de su fachada). Se encuentra situado detrás de la Casa del Malecón y a poca distancia del puente de piedra y de la entrada en el Kremlin por la plaza Borovitskaya. Fundada en 1846 por Mikhail Ryabushinsky con el nombre de fábrica de lanas y semilanas Golutvinskaya, fue adquirida en 1872 por los hermanos Istomis, que en 1880 ampliaron sus instalaciones con la construcción de otros edificios anexos, todos de ladrillo visto. En uno de ellos se ubicaron una lavandería, un comedor y los dormitorios de sus operarios, que llegaron a ser más de mil. El punto álgido de la ampliación de la empresa se produjo en 1912, cuando el arquitecto A.M. Kalmykov añadió un taller de cinco pisos y una torre con un tanque de agua contra incendios.
 
En 1921, tras la Revolución Rusa, la fábrica se nacionalizó y rebautizó con su nuevo nombre, en homenaje a los trabajadores del sector textil de la URSS. Entre los años 1941 y 1945 la producción se centró en los uniformes para cubrir las necesidades del ejército. Doscientos sesenta y siete de sus empleados fueron llamados al frente y muchos de ellos nunca regresaron. En el monumento conmemorativo de la Gran Guerra Patria que hay en el patio del edificio se enumeran cincuenta y ocho nombres. Pese a que en 1964 la factoría se modernizó con nuevos equipos fabricados en Checoslovaquia y la RDA, en los años de la Perestroika la ruptura de los lazos económicos con los proveedores de materias primas de las repúblicas de Asia Central provocó una disminución de la rentabilidad y la competitividad de la empresa. Un año antes del colapso de la Unión Soviética, la fábrica Krasnyy tekstil'shchik cerró sus puertas definitivamente. A finales de los años noventa el bloque entero fue restaurado (se le añadió un ático y los interiores se reconstruyeron), convirtiéndose en el actual centro de empresas y servicios que ha llegado hasta nuestros días. A la izquierda se ha conservado intacta la casa del director de la Asociación de fábricas Golutvinskaya, construida en 1826 y remodelada en 1840 y 1900.

De lo que no queda ni rastro es del Club Obrero homónimo que existió en la otra esquina del Golutvinskiy pereulok con el embarcadero Yakimanskaya. Obra del arquitecto V.N. Vladímirov y del ingeniero A. Rozanov, fue construido entre 1927 y 1928 según el paradigma constructivista tan en boga en aquellos años. Los materiales empleados fueron hormigón, ladrillos y cemento. El club llegó a dar servicio a mil quinientos obreros, aunque su auditorio tenía un aforo de tan solo seiscientos cincuenta plazas, incluidos los balcones. Pese a encontrarse en un emplazamiento que permitía vincular estrechamente la vida cultural, educativa, social y productiva de la empresa, las propuestas arquitectónicas de sus autores no sirvieron para plantear soluciones originales ni en la configuración externa ni en la organización del espacio interno. Además, nunca quedó claro por qué no tenía gimnasio, un elemento clave en estas infraestructuras dedicadas al bienestar físico e intelectual de la clase obrera. Si se trató de un error en el diseño, resulta sorprendente que las organizaciones que controlaban la creación de estos complejos pasasen por alto semejante falla.
Es por todo ello que el Club Obrero Krasnyy tekstil'shchik nunca tuvo la relevancia de otros clubes que sí sobrevivieron a la desaparición de la Unión Soviética, como el Club Obrero Rusakov, el Club Obrero Zuev y el Club Obrero Kauchuk, en su mayoría perfectamente conservados y reconvertidos actualmente es espacios de uso cultural.
 
Antes de su demolición a finales de los años noventa, el Club Obrero se convirtió en Club de Cultura. En la década de los setenta fue un lugar muy popular entre los cinéfilos moscovitas porque en su auditorio se proyectaban películas extrajeras. Pese a todo, la feroz especulación inmobiliaria de la Rusia postsoviética se lo llevó por delante sin remisión, desapareciendo para siempre del embarcadero Yakimanskaya y del recuerdo de la memoria colectiva de la ciudad. En su lugar se construyó un lujoso y anodino edificio de oficinas, de estilo diferente pero a juego con la reconvertida fábrica Golutvinskaya.





Situación del antiguo emplazamiento del Club Obrero Krasnyy tekstil'shchik (cuadrado rojo) y del edificio de la fábrica (círculo rojo) en el embarcadero Yakimanskaya




Fotografías del canal de Drenaje con la fábrica Golutvinskaya al fondo. Corresponden a 1907-1908 y 2019, respectivamente. En ellas no aparece el Club Obrero Krasnyy tekstil'shchik. En la primera, porque aún no había sido construido. En la segunda, porque ya había sido demolido y substituido por el edificio con la cúpula con aguja en lo alto


El canal de Drenaje y la fábrica Golutvinskaya en 1925. A la derecha, la casa que fue demolida para construir el Club Obrero. La presencia de muchos remeros en las fotografías es debido a la proximidad del Club Strelka, en la desembocadura del canal en el río Moscova











Imágenes del Club Obrero Krasnyy tekstil'shchik obtenidas poco después de su inauguración. La fachada con el letrero era la que daba al canal de Drenaje. La tercera fotografía fue tomada desde el pasaje Golutvinskiy
 

Imagen del auditorio en el interior del Club Obrero Krasnyy tekstil'shchik (1930)


Más remeros del Club Strelka fotografiados entre 1938 y 1940 en las inmediaciones del Club Obrero Krasnyy tekstil'shchik, junto a la fábrica


El Club Obrero reconvertido en Club de Cultura. La imagen es de 1986


Fotografía de la fábrica y del Club de Cultura en 1988


Fotografía de la fábrica entre 1989 y 1994, ya cerrada o a punto de ser cerrada. Sobre el antiguo Club Obrero debía pender su futura demolición


Fotografía de 1995 de la placa sobre la fachada de la fábrica que conmemora la inundación del 11 de abril de 1908, colocada en el nivel exacto alcanzado el agua. Fue la inundación más grande jamás registrada en Moscú




Fotografías de 1998 y 1999, respectivamente, del edificio que reemplazó al Club Obrero Krasnyy tekstil'shchik. La casa que hay a la derecha también acabó siendo demolida y substituida por una construcción moderna

Casa del director de la Asociación de fábricas Golutvinskaya, con una antigüedad de cerca de dos siglos. Está catalogado como monumento cultural de importancia federal