miércoles, 11 de agosto de 2021

La vida de Tonia, la "chica de la ametralladora", explicada por la revista El Jueves

Antonina Makárova (su verdadero apellido era Parfenova) comenzó su actividad en la Segunda Guerra Mundial como enfermera voluntaria del Ejército Rojo y la finalizó ejecutando con su ametralladora a miles de sus compatriotas en la localidad soviética de Lokot, controlada por un colaboracionista de las tropas nazis, con quienes también practicó la prostitución. Acabada la contienda consiguió eludir sus responsabilidades como criminal de guerra gracias a encontrase ingresada por sífilis en un hospital de la retaguardia. Se casó con Víktor Ginsburg, un judio cuya familia había sido asesinada por los nazis y que no sospechó nunca del pasado de su mujer. Juntos tuvieron dos hijos. Aunque el KGB le siguió la pista durante años, fueron la casualidad y un tema burocràtico relacionado con su apellido los que la desenmascararon. Juzgada por un tribunal, fue sentenciada a muerte y fusilada el 11 de agosto de 1979 en Briansk (URSS). Tenía 59 años y nunca se arrepintió de sus actos porque "cumplía órdenes".

Hoy hace 42 años de aquella ejecución.

Aunque no es un tema para tomarse a broma, el carácter surrealista de comportamientos humanos como éste se expresa mejor desde el sarcasmo y la ironía. Esta historia gráfica apareció en el número 2279 de la revista El Jueves (27/01/2021), en la sección "Deshechos históricos", del dibujante Julio Serrano.




 

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