Mostrando entradas con la etiqueta Día de la Victoria. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Día de la Victoria. Mostrar todas las entradas

domingo, 7 de mayo de 2017

La bandera del 'Día de la Victoria' en el Museo Central del Ejército


Cada 9 de mayo el pueblo ruso celebra el День Победы (Den' Pobédy, "Día de la Victoria"), la fiesta en conmemoración del triunfo de la Unión Soviética en la Gran Guerra Patria, una oportunidad para compartir colectivamente el recuerdo de aquella gesta y rendir homenaje a los veteranos que participaron en ella. La elección de esta fecha, decretada el 8 de mayo de 1945 por el Soviet Supremo de la URSS, no fue una decisión aleatoria. Ese mismo día, el Estado Mayor de la Wehrmacht, encabezado por el Mariscal Wilhelm Keitel, firmó en la localidad berlinesa de Karlshorst la rendición alemana ante el Ejército Rojo, una capitulación incondicional que entró en vigor a las once y un minuto de esa noche. Debido a la diferencia horaria entre Berlín y Moscú (dos horas más), en la capital de la Unión Soviética ya era día 9 cuando la Alemania nazi reconocía oficialmente su derrota. Este es el motivo del desfase de un día respecto a la fecha de la rendición.

Aunque la festividad se celebra desde entonces con fuegos artificiales y ofrendas a la Tumba del Soldado Desconocido, la tradición del desfile anual en la plaza Roja de Moscú no llegó hasta 1965, veinte años después del mítico desfile del 24 de junio de 1945 presidido por Stalin. Tras la caída de la URSS, Borís Yeltsin eliminó esta ceremonia durante unos años y a partir de 1995 la desplazó lejos del centro de la ciudad, hasta la colina Poklonnaya. En 2005, el presidente Vladímir Putin recuperó el desfile en la plaza Roja durante la celebración de 60º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, aunque la versión completa que podemos ver hoy en día, con equipos y aviación militar, regresó tres años después, en 2008.

Este próximo martes, 72º aniversario del Día de la Victoria, la parada militar comenzará, como cada año, con un soldado del Ejército de la Federación Rusa portando la bandera de la 150º División de Fusileros, la primera que ondeó sobre el Reichstag durante los últimos coletazos de la Batalla de Berlín, y que no hay que confundir con la enseña de la URSS que el fotógrafo Yevgueni Jaldéi inmortalizó en su icónica foto realizada sobre el mismo tejado. La bandera que se muestra durante los desfiles en la plaza Roja no es la original de 1945 sino una reproducción utilizada expresamente para estas ocasiones. La auténtica se encuentra expuesta en una urna en el Museo Central del Ejército, en la capital rusa.


Su inscripción reza lo siguiente:

150 СТР. ОРДЕНА
КУТУЗОВА II СТ.
ИДРИЦК. ДИВ.
 79 С.К. 3 У.А. 1Б.Ф.

150 STR. ORDENA
KUTUZOVA II ST.
IDRITSK. DIV.

 79 S.K. 3 U.A. 1B.F.

150º DIVISIÓN DE FUSILEROS (INFANTERÍA)
ORDEN DE KUTUZOV DE 2ª CLASE
DIVISIÓN 'IDRITSKAYA'
79º CUERPO DE FUSILEROS - 3r EJÉRCITO DE CHOQUE - 1r FRENTE BIELORRUSO

Los combates alrededor del Reichstag, en Berlín, a pocos metros de la Puerta de Brandeburgo, se iniciaron a primera hora del 29 de abril de 1945. Al día siguiente, las Divisiones de Infantería 150º y 171º comandadas, respectivamente, por el general Vasili M. Shatílov y el coronel Alekséi I. Negoda, comenzaron el asedio al parlamento germano, protegido en aquel momento por más de un millar de soldados de la Wehrmacht. Tanto la primera ofensiva de la mañana como la segunda del mediodía acabaron frustradas por la defensa numantina de los alemanes. Poco después, a las tres y media de la tarde, mientras los soviéticos se preparaban para el tercer y definitivo asalto, Hitler se suicidaba en el búnker situado a setecientos metros de esa posición, con el sonido de los proyectiles lanzados contra el Reichstag retumbando en el interior de su refugio. Ignorando este suceso, a las diez y media de la noche las tropas soviéticas lograron alcanzar con éxito el tejado del edificio, lugar en el que el coronel Fiódor M. Zinchenko, comandante del 756º Regimiento de Infantería, ordenó que se izase la bandera de la 150º División de Fusileros. La enseña que ha llegado hasta nuestros días no fue la primera que ondeó en esa azotea sino la cuarta las otras tres resultaron destruidas, sucesivamente, por los bombardeos de la artillería alemana. Tras los duros enfrentamientos de esa tarde y siguiendo las instrucciones tácticas del capitán Stepán A. Neustroev y del teniente Alekséi P. Berest, a las tres de la madrugada del día 1 de mayo los sargentos Melitón V. Kantaria y Mijaíl A. Egorov colocaron la cuarta bandera sobre el frontón de la entrada del lado este, atándola con correas a una estatua ecuestre de Guillermo I. Habían pasado cinco horas desde que ocuparan el techo del Reichstag. En la operación participaron también el teniente mayor Konstantín Y. Samsonov y el sargento Ilyá Y. Syanov, este último proporcionando fuego de cobertura a la incursión de Kantaria y Egorov. Los combates no concluyeron hasta las primeras luces del día 1.

Los protagonistas del asalto al Reichstag fotografiados en mayo de 1945, con la bandera de la victoria detrás de ellos. De izquierda a derecha, K.Y. Samsonov, M.V. Kantaria, M.A. Egorov, I.Y. Syanov y S.A. Neustroev

El 2 de mayo la bandera fue trasladada al esqueleto de la cúpula quemada, donde solo permaneció izada tres días. Según lo acordado por los Aliados, tras la capitulación alemana el Reichstag pasaría a formar parte del sector británico, por lo que el emblema soviético debía ser retirado de su tejado. Comenzó así un periplo de más de dos meses hasta su lugar de destino definitivo. El 20 de junio la bandera partió hacia Moscú desde el aeropuerto berlinés de Tempelhof, custodiada por los cinco militares protagonistas de la hazaña Samsonov, Kantaria, Egorov, Syanov y Neustroev, siendo recibida con todos los honores en el aeropuerto Mijaíl Frunze de la capital soviética. Cuatro días más tarde apareció en el desfile militar de la plaza Roja de Moscú, durante la celebración del Día de la Victoria el día 9, el de la rendición alemana, se había festejado únicamente con un castillo de fuegos artificiales sobre el Kremlin. Finalizadas las celebraciones y por orden de las altas instancias soviéticas, el 10 de julio fue colocada de forma permanente en la antigua sede del Museo Central del Ejército, fundado en 1919, lugar en el que estuvo en exposición, a la vista del pueblo soviético, durante veinte años. En 1965, con la inauguración del nuevo edificio en la Soviétskoy Armii ulitsa, la bandera quedó almacenada en los depósitos del museo para protegerla de la degradación producida por el paso del tiempo. Fue el año, precisamente, en que Leonid Brézhnev instauró la tradición del desfile militar anual. Desde 2011, tras las reformas en la sala principal, llamada desde entonces "Sala de la bandera de la victoria", se exhibe de nuevo el estandarte original de 1945, metida en una urna especial a prueba de rayos ultravioleta y con la temperatura y humedad adecuadas para su óptima preservación.

Durante la instalación de la bandera de la 150º División en este nuevo espacio, los trabajadores del museo descubrieron que no conservaba las dimensiones físicas que tenía tras la guerra. Dicho en otras palabras, que faltaban trozos de tela. Parece ser que, en el pasado, soldados participantes en la Batalla de Berlín habrían recortado algunas tiras para guardarlas como recuerdo de uno de los símbolos más importantes de la participación de la URSS en la Gran Guerra Patria. Un símbolo que, en la actualidad, mantiene en Rusia el mismo poder de cohesión social que tuvo en la Unión Soviética durante décadas.

Mayakovski


El Museo Central del Ejército se encuentra situado al norte del centro de Moscú, en el número 2 de la calle Soviétskoy Armii, más allá del Anillo de los Jardines


Fotografías de la "Sala de la bandera de la victoria", que desde 2011 exhibe de nuevo la mítica enseña de la 150º División de Fusileros. La urna de cristal se apoya en unos raíles de lanzamiento para cohetes BM-13 "Katyusha". Entre otros objetos, en la base hay una esvástica destrozada, símbolo de la derrota nazi, y una copia de la "Operación Barbarossa"  

El moderno edificio del Museo Central del Ejército, de estilo neo-constructivista con elementos del clasicismo estalinista, fue inaugurado el 8 de mayo de 1965. Es obra del arquitecto Borís B. Barjin (1913-1999). En lo alto se puede leer ЦЕНТРАЛЬНЫЙ МУЗЕЙ ВООРУЖЕННЫХ СИЛ СССР (TSENTRAL'NYY MUZEY VOORUZHENNYKH SIL SSSR, "MUSEO CENTRAL DEL EJÉRCITO DE LA URSS")

El fondo del museo contiene más de un millón de objetos relacionados con el ejército. Fue creado en 1919 y a lo largo de los años se ha ido enriqueciendo con el armamento de cada época, como el tanque T-34-85 y el cohete R-9 que aparecen en la imagen. En el interior del edificio se muestran banderas de la Guerra Civil Rusa y de las dos guerras mundiales, así como numerosos documentos, piezas artísticas, fotografías, armas, premios y objetos personales de los oficiales y soldados. En la zona abierta se exhiben alrededor de 157 unidades de artillería militar, vehículos blindados, cohetes (incluidos los MGM-31A "Pershing-1A" norteamericanos), aviones, equipos navales, tanques, misiles estratégicos, aviones de transporte y sistemas de defensa aérea

La mítica instantánea de Yevgueni Jaldéi tomada en mayo de 1945 sobre el tejado del Reichstag. La bandera que aparece en la fotografía no es la de la 150º División de Fusileros, aunque la fachada del edificio, la del lado este, con la Puerta de Brandeburgo al fondo de la imagen, sí es la misma

El Mariscal de campo Wilhelm Keitel, comandante del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas alemanas entre 1937 y 1945, firmó la capitulación en Karlshorst, frente a Gueorgui Zhúkov y otros militares soviéticos, el día 8 de mayo de 1945. Fue juzgado en Núremberg y ejecutado en la horca el 16 de octubre de 1946


Fotografías del edificio de la antigua Escuela de Ingenieros de la Wehrmacht, en Berlín-Karlshorst. La primera es del 8 de mayo de 1945, mientras era custodiado por tropas soviéticas del Regimiento 105 de Fronteras. La segunda es actual, con el edificio convertido en el Museo Ruso-Germano


sábado, 21 de mayo de 2016

Estampas de un Día de la Victoria que ya es historia

Transcurridas dos semanas desde la celebración del Día de la Victoria 2016, sólo nos queda echar un vistazo a los momentos más especiales de la fiesta del 71º aniversario del triunfo de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi, más allá de las panorámicas generales de los desfiles y las marchas multitudinarias. Es el backstage del Den Pobedy, lo que sólo vieron aquellos que salieron a las calles rusas el pasado 9 de mayo. El Día de la Victoria de este año es historia, nos reencontraremos todos juntos en 2017, coincidiendo con el Centenario de la Revolución Rusa. En este próximo capítulo de celebraciones y recuerdos muchos de los veteranos ya no estarán entre nosotros. Pero no los olvidaremos.

Mayakovski

El mítico T-34 soviético, el momento más emotivo del desfile del 9 de mayo en la plaza Roja de Moscú

El aparatoso y excesivo decorado que tapa cada año el Mausoleo de Lenin, con fotografías del desfile de 1945

Las estrellas rojas y las hoces y martillos han estado más presentes este año que en celebraciones anteriores del Den Pobedy. En la foto, el decorado frente a la fachada principal de los Almacenes GUM de la plaza Roja

Momentos previos a la Parada tradicional del 9 de mayo, minutos antes de las 10 de la mañana (hora de Moscú)

La continuación del desfile que no muestran las cámaras de televisión. En este caso, en el malecón Moskvoretskaya, en dirección hacia el Kotel'nicheskaya naberezhnaya

La estatua ecuestre del Mariscal Gueorgui Zhúkov, en la plaza Manezhnaya, oportunamente engalanada para la ocasión

Una de las militares participantes en el desfile, perteneciente a la unidad mixta de mujeres de la Universidad Militar del Ministerio de Defensa de Rusia y del Instituto de Abastecimiento Militar de la Academia, esperando frente a los Almacenes Gum de la plaza Roja

Reproducción gigante de la bandera de la 150º División de Tiradores, la que ondeó en el Reichstag, frente al obelisco del Parque de la Victoria de Moscú

Horas finales del Den Pobedy 2016, en una imagen captada a las nueve de la noche por una webcam en la calle Tverskaya


La imitación en los uniformes y la recreación de las escenas de la Gran Guerra Patria llegó hasta los extremos que muestra esta fotografía, con un pastor alemán (curiosa paradoja) condecorado por sus méritos

La avenida Kutuzovskiy, el Arco de Triunfo y el Parque la Victoria, envueltos en un espectáculo de luz y color

En otras ciudades de Rusia, los decorados provocaron más impacto visual que los de la plaza Roja de Moscú. En la imagen, el desfile en Stávropol, localidad del Cáucaso ocupada por los nazis entre 1942 y 1943

La Marcha del Regimiento Inmortal en pleno centro de la plaza Roja






La Marcha del Regimiento Inmortal en la avenida Nevsky de San Petersburgo, recordando especialmente el Sitio de Leningrado




El presidente de la Federación Rusa, Vladímir V. Putin, con un retrato de su padre durante la Marcha del Regimiento Inmortal en Moscú. Vladímir Spiridónovich, trabajador de un fábrica de vagones de metro en Leningrado, luchó en la Gran Guerra Patria como soldado de un comando especial



Sebastopol




Y los veteranos... los auténticos protagonistas de la fiesta. Honor y gloria para ellos. No os olvidaremos


viernes, 13 de mayo de 2016

Mijaíl Gorbachov y Oliver Stone, invitados de excepción en los actos del Den Pobedy 2016 en la plaza Roja

El pasado lunes 9 de mayo, festividad del Día de la Victoria en Rusia, un envejecido y debilitado Mijaíl Gorbachov, cogido de la mano de uno de sus guardaespaldas, hizo acto de presencia en la plaza Roja de Moscú durante el desfile militar con motivo del 71º aniversario de la derrota nazi a manos del Ejército Rojo. El que fuera primer y último Presidente de la Unión Soviética -entre marzo de 1990 y el 25 de diciembre de 1991- y séptimo y penúltimo Secretario General del Comité Central del PCUS -dejó el cargo cinco días antes de la abolición del Partido Comunista en agosto de 1991-, no quiso perderse las celebraciones de la que es, hoy por hoy, la fiesta más importante de Rusia.

Mijaíl Serguéyevich nació en Stávropol (ciudad denominada Voroshílovsk entre 1935 y 1943) el 2 de marzo de 1931. Tenía, pues, diez años cuando la Alemania nazi invadió la URSS y catorce recién cumplidos cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial. De hecho, esta localidad del Cáucaso permaneció ocupada por el Ejército Alemán entre agosto de 1942 y enero de 1943, poco antes de la decisiva victoria soviética en Stalingrado. Gorbachov es, por tanto, uno de los cada vez más escasos testigos directos de aquellos hechos dramáticos. Entre 1985 y 1991, ya como mandatario del país, presidió siete desfiles anuales del Den Pobedy desde el centro de la tribuna del Mausoleo de Lenin, acompañado por sus camaradas del politburó

Transcurrido más de un cuarto de siglo desde aquella época que parece aún más lejana, Gorbachov asistió a la parada de este año sentado discretamente en una de las gradas metálicas montadas para la ocasión junto a la tumba del fundador del Partido Comunista de la Unión Soviética, tapada -como viene siendo habitual en estas fechas- por un aparatoso decorado. Todo lo que durante esa hora y media pasó por la cabeza del antiguo Gensek (acrónimo de General'nyy sekretar') resulta difícil de imaginar para la mayoría de las personas con unas vidas más discretas y rutinarias, fascinados por lo que Iliá Ehrenburg llamó "el enigma de los destinos ajenos". Porque Gorbachov forma parte de uno de esos puntos de inflexión de la historia que hacen girar el rumbo de las cosas. Venerado y vilipendiado a partes iguales por defensores y detractores de su Perestroika, el destino le llevó a vivir en primera línea aquello que Lenin describió acertadamente como "años en los que las décadas se precipitan", después de "décadas en las que no pasa nada". De entre las fotos tomadas este día en las que aparece junto al resto del público, llama poderosamente la atención aquella en la que se le ve pasando frente a la tumba de Konstantín Chernenko en el cementerio del Kremlin, su predecesor en la Secretaría General a quien sucedió en el cargo hace más de treinta años. Todo ello en un país, un gobierno, un Partido y una forma de entender la sociedad que ya no existen, por lo menos tal como los sintió Gorbachov en su juventud y madurez. Historia viva con muchos lustros a sus espaldas y una salud, por lo que se intuye, muy desgastada.

Otra de las caras conocidas que este 9 de mayo pasó por la plaza Roja es la del cineasta norteamericano Oliver Stone, director de las películas "Platoon" y "Wall Street" entre otras muchas. Famoso por su rebeldía y su actitud iconoclasta hacia muchos símbolos de su país, el lunes presenció los actos del Día de la Victoria gracias a una de las exclusivas invitaciones enviadas desde el gobierno ruso. Poca gente recuerda ya que a comienzos de 1996, coincidiendo con la ceremonia de entrega de los Premios Oscar, Stone anunció públicamente que se encontraba en aquel momento en la localidad de La Realidad, en Chiapas (México), para entrevistarse con el subcomandante Marcos, uno de los muchos enemigos ideológicos que los EE.UU. se han forjado a lo largo de su historia. La presencia de Oliver Stone en la plaza Roja, aunque relevante por la importancia de su figura pública, no ha llamado excesivamente la atención en estos tiempos de nueva Guerra Fría entre Occidente y Rusia. Tiempos en los que ya nada es como antes, ni siquiera como lo fue hace tan solo veinticinco años, siete meses antes de la desaparición de la URSS.

Mayakovski