jueves, 21 de enero de 2016

El monumento a Yuri Gagarin en la Leninskiy prospekt

"Los tres gigantes moscovitas, el Pedro I de Tsereteli (alias Colón), el Lenin de la plaza Kalúzhskaya (el Colón de la Revolución) y Yuri Gagarin (el Colón del espacio), un coloso de titanio y de tebeo, instalado en medio de la plaza Gagarin sobre un alto pilar plateado con una esfera a los pies (copia de su nave espacial), forman un triángulo escaleno. El Parque Gorki, que ocupa la mayor parte del triángulo, corre el riesgo de convertirse en un triángulo de las Bermudas en medio de Moscú. La vecindad de tres obras de tal aspecto y tamaño dejará su ineludible estela".

(Pigariova, T. (2001) Autobiografía de Moscú. Barcelona: Ed. Laertes, 2001, pp. 201-202)



 El monumento dedicado al cosmonauta soviético Yuri Gagarin (punto rojo en los tres mapas) se encuentra instalado en el cruce de la avenida Leninskiy con la plaza Gagarin, a unos 6 kilómetros al suroeste de la plaza Roja (señalada en el primer mapa con una flecha) y a 3 kilómetros de la plaza Kalúzhskaya. En la tercera imagen se puede apreciar la sombra del pedestal proyectada hacia el norte



 El monumento fue inaugurado el 4 de julio de 1980 coincidiendo con los Juegos Olímpicos celebrados en Moscú. Obra del escultor Pavel Ivánovich Bondarenko (1917-1992), tiene 42,5 metros de altura y pesa 12 toneladas. Su aspecto resulta como mínimo chocante. A primera vista parece la estatua voladora de un superhéroe de cómic con un balón de fútbol en la base. Sin embargo, la "pelota" es realmente una reproducción a escala de la nave 'Vostok', el módulo de aterrizaje en el que Gagarin regresó a la Tierra después de protagonizar el primer vuelo orbital de la historia. La inscripción reza: "El 12 de abril de 1961, la nave espacial soviética 'Vostok', con un ser humano a bordo, realizó un vuelo alrededor del Mundo. El primer hombre que penetró en el espacio exterior fue el ciudadano de la URSS Yuri Gagarin". Con esos 42,5 metros de altura, Bondarenko pretendía que la estatua pudiese ser vista desde cualquiera de los Anillos de la ciudad. Sin embargo, su ubicación definitiva anuló el efecto deseado. Las fotografías son del autor del blog del año 2007



El conjunto fue elaborado con titanio en la Planta de Balashikha, en la región de Moscú. Ese era, precisamente, el material usado en la construcción de las naves espaciales soviéticas. En su día fue el monumento más grande del mundo fabricado con este metal de transición. Formado por 238 segmentos conectados mediante tornillos, su pedestal acanalado simboliza el inicio del vuelo de un cohete. La estatua, de 300 kilos de peso, está orientada hacia arriba. Además de Bondarenko, participaron en su diseño los arquitectos Yakov B. Belopolsky (uno de los autores del INION), F.M. Gazhevsky y A.F. Sudakov. Las fotografías son también del autor del blog


Imágenes de la avenida Leninskiy tomadas en dirección suroeste, la primera en 1975 -aún sin el monumento- y la segunda en la actualidad. En ambas se puede apreciar la evolución de la plaza Gagarin a lo largo de los últimos 40 años. La elección de este lugar no fue aleatoria: a su regreso a la Tierra, Yuri Gagarin se dirigió al Kremlin a través de esta avenida, procedente del aeropuerto de Vnukovo, para presentar al Comité Central del PCUS el informe sobre su viaje espacial 

Imágenes de la plaza Gagarin tomadas en dirección nordeste (hacia la plaza Kalúzhskaya) en 1995 y 2005. El ensanchamiento de la calzada en los años noventa provocó que la mitad de la plazoleta que rodeaba el monumento tuviese que ser suprimida


En tiempos soviéticos el aspecto de este punto de la ciudad era un poco más humano que en la actualidad. Las zonas verdes y arboladas eran muy frondosas, con un tráfico rodado más reducido que hoy en día. Mientras que el asfalto ha inundado gran parte del espacio de la plaza, las astas de bandera frente al monumento de Bondarenko ya no existen. De esta forma el monumento a Gagarin ha perdido visibilidad. Las imágenes son de 1982 y 1987

 Fotografía de 1980 con los trabajos de montaje del monumento

 Imagen de la estatua de Gagarin en dirección oeste-suroeste, con la Universidad Estatal Lomonósov al fondo. La calle que aparece en la fotografía es la ulitsa Kosygina. A la derecha (fuera de cuadro) se encuentra el espectacular edificio de la Academia de Ciencias de la URSS


 El monumento está catalogado como patrimonio histórico. Las operaciones de limpieza que se realizan periódicamente permiten observar el rostro de Gagarin muy de cerca

En diciembre 2010, un videomontaje realizado con proyectores y dispositivos tecnológicos simuló el "despegue" de Gagarin haciéndolo desaparecer de la vista de los transeúntes. Fue obra de un colectivo anónimo de arte urbano

 

martes, 12 de enero de 2016

Reinaugurado en Moscú el Club de Cultura Rusakov (antiguo Club Obrero Rusakov) después de una espectacular rehabilitación

A pesar de que los medios de comunicación occidentales apenas se han hecho eco de la noticia, la rehabilitación en Moscú de la antigua sede del Club Obrero Rusakov (1929), convertido en centro cultural desde hace décadas, se ha vivido en Rusia como la recuperación de una asignatura pendiente con su patrimonio histórico. Después de un complejo y profundo proceso de restauración, el pasado 25 de marzo de 2015 el alcalde de Moscú, Serguéi Sobyanin, reinauguró este espectacular edificio constructivista con forma de tornillo diseñado tras la Revolución de Octubre por el arquitecto soviético Konstantín Stepánovich Mélnikov (1890-1974). Una restauración que ha durado más de dos años y medio y que se inició en julio de 2012 con la adjudicación de las obras. Estas actuaciones han devuelto al inmueble la apariencia que tuvo en sus inicios, la de un conjunto de espacios polivalentes, profusamente iluminados y separados por puertas correderas, dedicados a la formación cultural de los obreros de la URSS. Para ello se han restablecido, entre otros detalles, los ventanales tapiados en los laterales del bloque principal además de las inscripciones que históricamente decoraron los tres "dientes" de la fachada delantera: Профсоюзы y школа Коммунизма, a ambos lados, y Клуб Русакова Союза Коммунальников, en el centro. Es decir, 'Los Sindicatos - Una Escuela de Comunismo' y 'Club Rusakov - Unión Kommunalnik'. Contemplar el resultado final constituye un auténtico viaje al pasado de casi 90 años, un ejercicio extraordinario y sorprendente para cualquier seguidor del arte de vanguardia y para los conocedores de este tipo de obras arquitectónicas. La rehabilitación del Club Obrero Rusakov fue merecedora del Premio de la Exposición Denkmal de Leipzig celebrada en 2014.

Junto a la restauración estética del edificio, las obras han dotado a su teatro, el epicentro de todo club obrero del constructivismo soviético, de los más modernos sistemas de iluminación y sonido, así como de unos vestuarios y salas de visita con calefacción y conducciones de agua completamente renovadas. Con estos cambios, el Teatro Viktyuk, gestionado desde hace años por el director artístico que le da su nombre (Roman Viktyuk), será el único en Moscú que podrá ofrecer representaciones teatrales utilizando luz natural, cuando así lo exija el guión. Este escenario renovado dio su primera función en septiembre del año pasado, con la obra "Fedra" de Marina Tsvietáieva. 

A partir de ahora, con la excusa de ver una pieza, aunque sea sin entender una palabra de ruso, cualquier amante de la arquitectura soviética podrá penetrar en este templo de la modernidad artística de la URSS y contemplarlo desde la perspectiva de aquellos mecánicos de automóviles -del taller del distrito de Sokol'nicheskaya- que a finales de los años veinte acudían a este lugar para leer, escuchar conferencias, participar en cursos y sentirse parte fundamental de la nueva sociedad rusa que les reconocía una dignidad como personas negada hasta entonces por el feudalismo y el capitalismo zarista.

Mayakovski




La restauración ha atrasado los relojes más de ochenta y cinco años. Comparando, en primer lugar, la imagen de 1929 con las otras tres de 2015, apenas se aprecian diferencias en la fachada, exceptuando el anagrama del Teatro Viktyuk. Y cotejando después estas fotografías con las siguientes, se aprecia como el conjunto ha recuperado su esplendor, después de mucho tiempo de degradación y abandono




Fotografías de 2007 (las tres primeras, del autor de blog) y de 2013 (la cuarta, de Google Street View) mostrando el estado del edificio antes de la rehabilitación. Casi se podría afirmar, metafóricamente, que la luz ha vuelto a entrar en el Club Obrero Rusakov, y que su exterior es tan deslumbrante como en 1929. Resulta muy significativo comparar la tercera imagen de esta serie con la tercera de la serie anterior. Las ventanas cegadas han dado paso a ventanales acristalados tal como los diseñó Mélnikov



miércoles, 6 de enero de 2016

El Museo de las Fuerzas de la Defensa Aérea del Ejército Soviético y su exposición permanente al aire libre



El Museo de las Fuerzas de la Defensa Aérea (Музей Войск противовоздушной обороны [Музей Войск ПВО], 'Muzey Voysk protivovozdushnoy oborony [Muzey Voysk PVO]', en ruso transliterado) se halla en el número 6 de la ulitsa Lenina, en la ciudad de Balashikha. Concretamente, en el barrio de Zarya, al sureste de su núcleo urbano. Balashikha es una ciudad a orillas del río Pekhorka que pertenece al óblast de Moscú. Situado a 30 kilómetros al este de la capital rusa, hasta el museo se puede acceder en tren o a través de la carretera Nosovikhinskoye, que nace al sur del Izmaylovsky Park

El Museo de las Fuerzas de la Defensa Aérea fue fundado en 1978 por el Héroe de la Unión Soviética Mariscal Pável Fiódorovich Batitsky (1910-1984). En aquella época ocupaba el cargo, precisamente, de jefe de la Defensa Aérea de la URSS. Se trata de un museo único en su género y uno de los más completos del mundo en esta categoría. Contiene más de dieciséis mil objetos distribuidos en un edificio de dos plantas y tres mil metros cuadrados de exposición, que incluye un amplio espacio al aire libre. Ésta es la característica que lo diferencia de otros museos militares y es el hecho de que muestra sus piezas (aviones, misiles y cañones antiaéreos) justo al lado de viviendas residenciales cuyos vecinos conviven a diario con todas estas reliquias de la Guerra Fría. El 'Voysk PVO' está gestionado actualmente por el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa

Una muestra de las piezas expuestas en el museo, fotografiadas recientemente por Said Aminov. Hay cerca de 400 misiles y cañones de artillería diseminados alrededor de estos viejos edificios residenciales de Balashikha

Un S-25 'Berkut' usado por el Ejército Soviético desde 1955

Misiles S-75, de más alcance que los anteriores y ampliamente utilizados en la Guerra del Vietnam contra aviones estadounidenses

Los S-25 fueron empleados hasta 1982 en la defensa del espacio aéreo soviético. Hoy en día sirven como blanco de misiles más modernos durante las maniobras militares en la Federación Rusa

Debido a su excesiva longitud, los S-75 eran denominados sarcásticamente 'postes de telégrafo voladores' por los militares de los EE.UU. Un misil como éste derribó el U-2 de Gary Powers, en uno de los capítulos bélicos más conocidos de la Guerra Fría (Powers fue derribado en la URSS en 1960 e intercambiado dos años después por el espía del KGB Rudolf Abel en el mítico Glienicker Brücke de Potsdam, Berlín)



Radares usados para dirigir los misiles hasta sus objetivos


Los S-125 fueron los siguientes en la evolución de los misiles S, pudiendo ser desplegados en chasis autopropulsados. Hoy en día se siguen usando en algunos países, como por ejemplo en la actual guerra civil de Siria

Una mujer pasea con un cochecito de bebé a pocos metros de estos S-125 en posición de combate. Una escena habitual en Balashikha



Radares logísticos frente a lo que parece el edificio de una escuela





Un misil S-200 de largo alcance. Podía abatir sus objetivos lejos de los radares de tierra gracias al mecanismo de orientación semiautomática que llevaba incorporado. Usados actualmente en países como Polonia o Irán, se los considera los cohetes soviéticos con el diseño más atractivo de cuantos se construyeron en la URSS






Los modernos S-300, el arma más exportada actualmente en Rusia. Este país se reserva los S-400 para uso propio











Pese a encontrarse fuera de la ruta turística habitual de Moscú y lejos del centro de la ciudad, el Museo de las Fuerzas de la Defensa Aérea es un lugar de visita obligatoria para los aficionados a la historia bélica de la Unión Soviética. En este museo deberían estar instalados los aviones abandonados en el antiguo aeropuerto Mijaíl Frunze de Moscú (aeródromo de Khodynka), donde el óxido y el paso de tiempo los está destruyendo poco a poco


Balashikha es una ciudad de 250.000 habitantes unida a Moscú a través de la Ruta Vladimirka, la carretera de 190 km que conectaba la capital rusa con Vladímir y Nizhni Nóvgorod y que era el acceso hasta Siberia de los deportados por el régimen zarista. Sobre este camino de prisioneros, que formaba parte del sistema de trabajos forzados llamado 'Katorga', escribieron Herzen, Necrasov y Dostoyevsky (en su obra 'Crimen y castigo'). En tiempos soviéticos se la rebautizó como carretera Gorki o carretera de los Entusiastas ('Shosse Entuziastov'). Además de esta ruta y de la mencionada carretera Nosovikhinskoye, Balashikha está comunicada con Moscú por la Shelkovskoye Shosse. Sus calles y plazas están plagadas de monumentos dedicados a la Segunda Guerra Mundial, entre ellos los dedicados a su hijo ilustre Iván Fliórov, capitán del Ejército Rojo caído en 1941. Casi todo el nomenclátor de Balashikha (y de las ciudades colindantes) hace referencia a la URSS. Mientras que la segunda de las imágenes está tomada precisamente desde la Lenina prospekt, la carretera de Nosovikhinskoye toma los nombres significativos de ulitsa Soviétskaya y ulitsa Oktyabr'skaya cuando pasa por núcleos urbanos cercanos, como el de Zheleznodorozhny