miércoles, 3 de septiembre de 2014

El lugar exacto donde está enterrado John Reed en el cementerio del Kremlin



Por primera vez una publicación en internet nos ha permitido conocer el lugar exacto donde se encuentra enterrado John Silas Reed, el periodista y revolucionario norteamericano fallecido en Moscú en 1920. Aunque es de sobras conocido que su cuerpo fue inhumado en el cementerio del Kremlin, hasta ahora no había sido posible encontrar ninguna imagen que señalase la zona concreta en la que reposan sus restos.  

A diferencia del cementerio de Novodévichi (actualmente de libre acceso y con paneles informativos), la entrada en el del Kremlin ha estado siempre restringida por controles de seguridad, incluso tras la desaparición de la URSS. También ha estado rigurosamente prohibido sacar fotos en su interior, así como grabar vídeos, entrar con objetos metálicos y permanecer quieto más que unos pocos segundos (fundamentalmente para hacer fluir las colas de gente que lo visitan a diario). Pese a su nombre no se encuentra situado dentro del recinto del Kremlin sino en el lado occidental de la plaza Roja. La necrópolis se halla dividida en tres zonas: los nichos para cenizas en la muralla, las tumbas individuales tras el Mausoleo de Lenin y las dos tumbas colectivas en cada extremo de su perímetro rectangular. En una de estas tumbas fue enterrado John Reed (los nichos de la muralla aparecieron años después de su muerte). Algunos libros y páginas web han publicado listas con los nombres de los personajes que yacen en este lugar. También fotografías exclusivas de las tumbas más conocidas (como las de Stalin, Brézhnev o Dzerzhinski) y de los nichos que contienen las cenizas de muchos soviéticos ilustres (es el caso de Ustínov, Gagarin o Krúpskaya). Sin embargo, gran parte de las imágenes disponibles en internet han tenido que ser tomadas desde el centro de la plaza Roja con la ayuda de teleobjetivos. El resultado de todo ello es que el conocimiento que se tiene sobre este cementerio es incompleto y, a menudo, ambiguo.

Pero de repente todo esto cambió hace unos meses. Muchas de estas normas acaban de ser canceladas, aunque sigue estando prohibido tomar imágenes en el interior del Mausoleo de Lenin, la "joya de la corona" del cementerio. Esta nueva política de las autoridades moscovitas va a permitir, entre otras cosas, que se fotografíen rincones de la necrópolis soviética que hasta ahora eran casi desconocidos para el gran público. 

En el caso de la tumba del norteamericano, el documento publicado en internet es una grabación amateur que en el minuto 1:26 muestra un primer plano de una lápida donde se lee con claridad el nombre "Джон Рид (1887-1920)". La lápida se encuentra a ras de suelo, junto al camino. Este vídeo fue colgado en youtube en el mes de julio de este año.


En un artículo publicado en este blog el 30 de enero de 2013, su autor situaba erróneamente el féretro de Reed muy cerca del Mausoleo de Lenin (punto rojo). Sin embargo, su lápida se encuentra más a la izquierda, en dirección hacia la Torre Nikolskaya. En el vídeo se observa que junto al camino por donde transitan los visitantes hay un parterre cubierto de césped con una serie de losas ornamentales en el centro. Siguiendo el orden mostrado en la grabación, en primer lugar se ve un monumento colocado en posición vertical que imita una bandera rindiendo honores. Después aparecen, consecutivamente y a cierta distancia, tres coronas de piedra, una gran losa rectangular con una inscripción y una cuarta corona idéntica a las anteriores. Es en este punto exacto donde fue colocado el ataúd de John Reed el día 25 de octubre de 1920 (la fecha del velatorio la da Howard Zinn en su artículo Para conocer a John Reed).



John Reed comparte lápida con Inessa Armand (1874-1920), la escritora parisina que fue amante de Lenin. También con el médico revolucionario Iván Vasilievich Rusakov (1877-1921) y con el policía Semen Matveyevich Pekalov (1890-1918)

No son personajes en absoluto anónimos. Armand es una figura mítica en el contexto de la Revolución de Octubre que ha aparecido en novelas e incluso en algunas películas rodadas en los años ochenta y noventa. Murió en Beslán en 1920 a consecuencia del cólera que contrajo durante un viaje al Caúcaso. Iván Rusakov era un pediatra que durante la Guerra Civil ejerció de médico en un hospital militar. Fue ejecutado en 1921 por un pelotón de contrarrevolucionarios del levantamiento de Kronstadt. A él se le dedicó el Club Obrero Rusakov, obra constructivista de Konstantín Mélnikov. Semen Pekalov murió en 1918 durante una emboscada llevada a cabo por falsos agentes de la Cheka disfrazados. Es venerado hoy en día como uno de los primeros miembros del cuerpo de seguridad en el Moscú soviético. En 2012 se inauguró en la comisaria del distrito de Zamoskvoreche una placa con relieve en la que aparecen él y su compañero Egor Petrovich Shvyrkov, caído en acto de servicio junto a Pekalov.



John Silas Reed falleció en Moscú el 19 de octubre de 1920 víctima del tifus (otras fuentes apuntan el 17 de octubre como fecha de su muerte). Su vida fue apasionante e irrepetible. Y su narración de la Revolución de 1917 es un testimonio que quedará grabado para siempre en la memoria colectiva, independientemente de las simpatías que pueda despertar este acontecimiento histórico. Sin embargo, a diferencia de los personajes que fueron enterrados junto a él, su figura es menos recordada de lo que se merece, tanto en Rusia como en los Estados Unidos. En internet no hay demasiados artículos que den cuenta de su vida y no resulta fácil encontrar ediciones recientes de su obra "Diez días que estremecieron al mundo", publicada en 1919. Para rematar este olvido, a todas luces intencionado, en la lápida del cementerio del Kremlin su nombre aparece escrito únicamente en ruso, lo cual ha provocado que la mayoría de extranjeros que visitan este lugar acaben pasando de largo de su tumba. Aunque existen otras producciones basadas en su vida, vale la pena destacar la película que Warren Beatty dirigió y protagonizó en 1981, la célebre "Reds". Beatty consiguió, en plena Guerra Fría, que el nombre de John Reed comenzase a ser conocido.


El cementerio del Kremlin, inaugurado en noviembre de 1917, ha dejado de ser el recinto sagrado de la era soviética cuya existencia se ha mantenido hasta nuestros días en una relativa opacidad informativa. Desgraciadamente, dentro de poco se convertirá en otra vulgar atracción turística de la ciudad de Moscú donde cientos de personas se fotografiarán sin entender siquiera el significado que tuvo en la historia de la URSS. Lo irónico del caso es que esta apertura, aunque le ha hecho perder su halo de misterio, nos ha permitido identificar el rincón donde reposan los restos de John Reed. Ahora, cuando visitemos este cementerio, podremos recordarlo durante unos minutos frente a su lápida.

Aspecto del cementerio del Kremlin en los años veinte. Según la página web 'English Russia' el monolito que aparece al fondo de la imagen se plantó en ese lugar en honor a John Reed
(Fuentes: Todo el mérito es de Vladiboctok, del foro casarusia. También de rusa y rojo. La imagen anterior es de http://englishrussia.com/)


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