domingo, 1 de junio de 2014

Stalin en el palacio Poteshny del Kremlin

"Aproximadamente a las siete de la tarde del 8 de noviembre de 1932, Nadia Alliluyeva Stalin, de treinta y un años, de rostro ovalado y ojos marrones, casada con el secretario general de los bolcheviques, se vestía para la atronadora fiesta con la que se conmemoraba el decimoquinto aniversario de la Revolución. Puritana, seria, pero frágil, Nadia se jactaba de su «modestia bolchevique», usaba vestidos sumamente sobrios y sin forma, chales sencillos, blusas de cuello caja, y no utilizaba maquillaje. Pero aquella noche iba a hacer un esfuerzo especial. En los lúgubres aposentos que ocupaba Stalin en el edificio de dos pisos del siglo XVII conocido como palacio Poteshni, que significa «palacio de la diversión», así llamado porque en otro tiempo había albergado un teatro zarista y a sus actores, Nadia daba vueltas ante su hermana, Anna, luciendo un vestido largo, singularmente moderno, con rosas rojas bordadas alrededor, importado de Berlín. Por una vez, se había permitido llevar un «peinado a la moda», en vez del severo moño de diario. Se había colocado graciosamente una rosa de té roja en su cabellera negra.

La fiesta, a la que asistían todos los jerarcas bolcheviques, como el primer ministro Molotov y su esposa Polina, delgada, lista y coqueta, que era además la mejor amiga de Nadia, era celebrada anualmente por el comisario de Defensa, Voroshilov, que residía en el edificio de la Caballería, alto y estrecho, a unos pasos apenas del palacio Poteshni, cruzando una pequeña calleja. En el pequeño mundo íntimo de la élite bolchevique, aquellas veladas sencillas y cordiales solían acabar con los jerarcas y sus esposas bailando danzas cosacas y cantando lamentos georgianos. Pero aquella noche la fiesta no acabaría como de costumbre.

A esa misma hora, a unos centenares de metros hacia el este, cerca del mausoleo de Lenin y de la Plaza Roja, en su despacho del segundo piso del palacio Amarillo, edificio triangular del siglo XVII antigua sede del Senado, Iosif Stalin, secretario general del Partido Bolchevique y Vozhd -caudillo- de la Unión Soviética, a la sazón de cincuenta y tres años, veintidós más que Nadia, y padre de los dos hijos de ésta, se reunía con su policía secreto preferido [Genrij Yagoda]. (...)

A las 20.05, Stalin, acompañado por los demás, bajó parsimoniosamente las escaleras para dirigirse a la fiesta, atravesó las callejas y las plazas nevadas de aquella fortaleza medieval de murallas rojas, vestido con su guerrera del Partido, sus viejos pantalones anchos, botas de cuero flexibles, el viejo gabán del ejército y el shapka de piel de lobo con orejeras. (...)

Los jeraracas y sus esposas no tuvieron más que cruzar el Kremlin para reunirse en casa de Voroshilov, ajenos a la tragedia que estaba a punto de precipitarse sobre Stalin y Nadia [ésta se acabó suicidando esa misma madrugada]. Ninguno tenía que andar mucho. Ya desde que Lenin trasladara la capital a Moscú en 1918, los dirigentes habían vivido en aquel mundo secreto aislado, tras unos muros de cuatro metros de espesor, de bastiones almenados y elevadas puertas fortificadas que, más que otra cosa, recordaba a un parque temático sobre la historia de la vieja Moscovia de 26 hectáreas de extensión. «Por aquí solía pasear Iván en Terrible», decía Stalin a los visitantes. Cada día pasaba por delante de la catedral de San Miguel Arcángel, donde estaba enterrado el propio Iván el Terrible, ante el campanario de Iván el Grande, y ante el palacio Amarillo, donde trabajaba, que había sido construido por Catalina la Grande: en 1932 Stalin llevaba catorce años en el Kremlin, tantos como había pasado en la casa de sus padres.

Aquellos potentados -los «trabajadores responsables», según la terminología bolchevique- y el personal a su mando, los «trabajadores de servicio», residían en pisos espaciosos y de altos techos ocupados en otro tiempo por los dignatarios y mayordomos zaristas, sobre todo en el palacio Poteshni o en el edificio de la Caballería, y llevaban una vida tan enclaustrada en aquellos patios adornados con pináculos y pórticos abovedados, que recordaba la de los catedráticos de los colleges de Oxford: Stalin se dejaba caer cada dos por tres por sus casas y los otros dirigentes solían visitarlo a él regularmente en su domicilio para charlar un ratito, casi como el vecino que se presenta a pedir la típica taza de azúcar.

La mayoría de los invitados no tenían más que cruzar el pasillo para ir al apartamento de Kliment Voroshilov y su esposa Ekaterina, situado en el segundo piso del edificio de la Caballería (nominalmente el edificio de la Guardia Roja, aunque nadie lo llamaba así). Se entraba en la casa por una puerta situada en el pórtico en cuyo interior se encontraba el pequeño cine en el que solía recalar Stalin y sus amigos después de cenar. El interior era acogedor, pero espacioso, con habitaciones provistas de tarima de madera oscura y ventanas que daban a las murallas del Kremlin y a través de las cuales se veía la ciudad. Voroshilov, el anfitrión, de cincuenta y dos años, era el héroe más popular del panteón bolchevique, un oficial de caballería genial y fanfarrón, en otro tiempo un simple alfarero, que lucía un elegante mostacho a «lo D'Artagnan», de cabello rubio y un rostro mofletudo y sonrosado casi angelical. Stalin llegaría en compañía del pedante Molotov y el licencioso Kuibishev. La mujer de Molotov, la formilable Polina, de hermosa cabellera oscura, siempre bien vestida, llegó directamente de su casa, situada en el mismo edificio. Nadia cruzó el callejón desde el palacio Poteshni en compañía de su hermana Anna. (...)

Durante la semana, la familia Stalin vivía en el piso del Kremlin. Los Stalin tenían dos hijos, Vasili, de once años, un chico diminuto, obstinado y nervioso, y Svetlana, de siete, una niña pecosa y pelirroja. Estaba además Yakov, por entonces de veinticinco años, fruto del primer matrimonio de Stalin, que había ido a vivir con su padre en 1921, después de criarse en Georgia, un muchacho tímido y moreno, de ojos muy bellos [Stalin tenía también un hijo adoptivo, Artiom Sergeiev]. (...)

Alguien debió de acompañar a Nadia cuando se fue [de la fiesta, tras una discusión con Stalin]. Era la esposa del máximo dirigente, por lo que tuvo que cuidar de ella la esposa del segundo en la cadena de mando. Polina Molotova cogió su abrigo y siguió a Nadia hasta la calle. Dieron vueltas y vueltas por el Kremlin, como otros se verían obligados a hacer en los momentos de crisis. (...)

[Más tarde, cuando se hubo calmado] Polina dejó a Nadia a la puerta del palacio Poteshni y atravesando la calle se dirigió al edificio de Caballería.

Nadia fue a su habitación y se quitó la rosa de té del pelo en la misma puerta. El comedor, provisto de una mesa especial para los numerosos teléfonos del gobierno que tenía Stalin, era la habitación principal. Daban a ella dos gabinetes. A la derecha estaba el despacho de Stalin y un pequeño dormitorio en el que dormía el mandatario en un camastro militar o en un simple sofá, hábito propio de un revolucionario itinerante. El hecho de que Stalin se acostara a altas horas de la noche y de que Nadia asistiera cada día puntualmente a la Academia [Agraria] obligaba a que tuvieran habitaciones separadas. Carolina Til, el ama de llaves, las niñeras y los criados tenían sus cuartos un poco más allá, en ese mismo pasillo. El pasillo de la izquierda conducía a la pequeña alcoba de Nadia, cuya cama estaba adornada con sus mantones preferidos. Las ventanas daban a los perfumados rosales de los Jardines Alexandrovski".

(Sebag Montefiore, S. (2003) La corte del zar rojo. Barcelona: Ed. Crítica, 2004, pp. XXI, XXII, XXVIII, XXX, XXXVI, XXXVII del prólogo)


En la primera imagen, el palacio Poteshny está señalado con un punto rojo y el edificio de la Caballería (o de la Guardia Roja) con un punto azul. La mole que aparece frente a ambos es el Palacio de Congresos (construido en 1961). A la izquierda (fuera de la ciudadela) se halla el Jardín de Alejandro (o Jardines Alexandrovski), donde estaban los "perfumados rosales" que se podían ver desde las ventanas del apartamento de Stalin. En la segunda imagen, el palacio Poteshny y el edificio de la Caballería están marcados con los números 1 y 2, respectivamente. El número 3 señala el paso elevado donde está el Jardín de Invierno del Kremlin. En este lugar (justo al lado del edificio de la Caballería) Stalin instaló su sala de cine particular. El número 4 indica el punto exacto del Palacio del Senado donde el dirigente soviético tenía su despacho, en la segunda planta. En la parte inferior de la fotografía se pueden apreciar con claridad las cúpulas de las catedrales por donde Stalin pasaba cada día, lo cual indica que no caminaba en línea recta desde su residencia (1) hasta su despacho (4)
(Fuente: Google Maps 29/05/2014)



Este mapa de 1917 (con el palacio Poteshny marcado con un punto rojo) junto con la fotografía aérea que hay a continuación, nos permiten recrear el Kremlin de la década de los años veinte. La fotografía está tomada con un giro de 180º respecto al mapa. La antigua Armería (o cuarteles del Kremlin) estaba en el lugar que ahora ocupa el Palacio de Congresos. Para regresar a su domicilio desde el "palacio Amarillo" (palacio del Senado), lo más lógico era que Stalin caminase siempre hacia la derecha, entrando directamente por la calle de los Palacios, junto a la Torre de la Trinidad. Sin embargo, parece ser que prefería dirigirse hacia la plaza de las Catedrales y, desde allí, atravesar los edificios y palacios que lo separaban de su apartamento, pasando quizás por debajo de los arcos del Jardín de Invierno



Aspecto actual del palacio Poteshny, por el lado de la calle de los Palacios. Stalin ocupaba un apartamento de la primera planta. Las cúpulas doradas que aparecen en las imágenes son de hace tan solo diez años, cuando se construyó una iglesia dentro del palacio. Este proceso de restauración devolvió a todo el conjunto el aspecto original de 1651, año de su construcción. La de las fotos es la "pequeña calleja" que los jerarcas soviéticos atravesaban para dirigirse al domicilio de Kliment Voroshilov. En la primera imagen se puede apreciar lo que queda del edificio de la Caballería, al fondo de la calle a la izquierda, con la fachada de color amarillo. Se encuentra pegado al Palacio de Congresos y a los arcos que sostienen el Jardín de Invierno
(Fuente: Fotografías personales del autor del blog [2007], http://ru.wikipedia.org/wiki/Потешный_дворецhttp://mosday.ru/)

Fotografía de lo que se conserva actualmente del edificio "alto y estrecho" de la Caballería, visto aproximadamente desde el palacio Poteshny (la imagen es de 1981). Aquí vivían Kliment Voroshilov y Viacheslav Mólotov con sus respectivas familias. Las fiestas se celebraban en el piso del primero, situado en la segunda planta. "Se entraba en la casa por una puerta situada en el pórtico en cuyo interior se encontraba el pequeño cine en el que solía recalar Stalin y sus amigos después de cenar"



El edificio del 5º Cuerpo de Caballería (conocido como "de la Caballería") fue derribado prácticamente en su totalidad para construir el Palacio de Congresos. En la fachada de lo que quedó en pie hay una placa que recuerda que en este lugar "vivió y trabajó Vladímir Ilich Lenin entre los meses de marzo y abril de 1918"








Sucesión de fotografías del palacio Poteshny a lo largo de los primeros setenta años del siglo XX. Una vez fallecido su constructor y primer propietario, Ilya Miloslavsky, se convirtió en un teatro (de ahí su nombre, "poteshny", que quiere decir "diversión"). Después se utilizó como oficina de la policía (durante el reinado de Pedro I) y más tarde sirvió de residencia del Comandante del Moscú. Finalmente fue el domicilio particular de V.I. Stalin y su familia. Las fechas de las fotografías son, respectivamente: 1) 1901-1907 [fecha inexacta], 2) 1907, 3) 1907-1909 (detalle del pórtico de entrada), 4) 1910-1920, 5) 1914-1918, 6) 1919, 7) 1959 y 8) 1967
  (Fuente: https://pastvu.com/)


Fotografías del patio del palacio, tomadas desde lo alto de la muralla. La primera es actual y la segunda fue realizada entre 1970 y 1975. La Torre de la Trinidad aparece a la izquierda y el Palacio de Congresos sobresale por el lado derecho de la imagen


Imágenes del interior del patio, en el lado Suroeste del edificio. Como comenta el autor, se trata de uno de esos "patios adornados con pináculos y pórticos abovedados". La primera fotografía fue tomada entre 1881 y 1900 (curiosamente se puede ver ropa tendida) y la segunda es de 1967. Pese al tiempo transcurrido, sólo se aprecian pequeños cambios en los arcos de las ventanas



Tres fotografías de la fachada que da a la muralla del Kremlin y a los jardines de Alejandro, realizadas en un intervalo de 150 años (1858-60, 1905-1909 y 2011)
(Fuente: Fotografías personales del autor del blog y https://pastvu.com/)

 Pórtico de entrada en el lado de la muralla. La fotografía fue realizada entre 1890 y 1917

Vista del palacio Poteshny desde los arcos del Jardín de Invierno, donde Stalin instaló su sala de cine particular. Esta fotografía fue hecha entre 1930 y 1935. Por entonces el dirigente soviético recorria este mismo camino en dirección al edificio de la Caballería, donde vivían los jerarcas de su gobierno (a la derecha del arco que aparece en la imagen). En el palacio Poteshny se suicidó Nadia Alliluyeva Stalin en 1932, cuando horas antes había atravesado esta calle para asistir a la fiesta de la familia Voroshilov. Leonid Brézhnev recuperó el Jardín de Invierno durante su mandato después de décadas en las que este espacio se había dedicado a otros usos

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