"Las sombras de los zares rusos permanecen también en el Palacio Petrovski, una llamativa construcción en rojo y blanco. Este palacio, mezcla romántica del estilo gótico y del ruso antiguo, fruto de la moda impuesta por las obras de Bazhénov, fue construido por Kazakov a finales del siglo XVIII. Era el lugar de descanso de los zares en sus largos viajes desde San Petersburgo a Moscú. (...) Desde la estación Nikoláievskaya (ahora Leningrádskaya) se hizo una vía adicional, Zárskaya. Los zares descendían del tren en las cercanías del palacio donde paraban para efectuar al día siguiente la entrada solemne en Moscú.
También en el Palacio Petrovski se escondió Napoleón en 1918, cuando tuvo que huir de la ciudad incendiada por sus propios habitantes. «Desde allí, sumergido en su reflexión, miraba las llamas amenazantes», escribió Pushkin en una de las evasiones líricas de su novela en verso Eugenio Onegin. En este poema 'enciclopedia de la vida rusa' se menciona también el restaurante Yar, antiguo vecino del Palacio Petrovski. El restaurante más famoso de la Rusia del XIX fue inaugurado por un tal Trankel Yar en la céntrica calle Neglínnaya y más tarde trasladado al Jardín Petrovski. Con su estilo francés y sus coros de gitanos de ojos negros, el Yar se convirtió en sinónimo de fiesta a lo grande. Allí montaba sus aquelarres Rasputin y cantaba el bajo de Teatro Bolshói, Fiódor Chaliapin (...). El antiguo Yar fue completamente reconstruido en los años cincuenta para convertirse en el Hotel Soviétskaya. En el mismo edificio se alojó más tarde el Teatro de cíngaros Romén, como un eco de las viejas glorias de los gitanos del Yar".
(Pigariova, T. (2001) Autobiografía de Moscú. Barcelona: Ed. Laertes, 2001, pp. 74-75)
Plano de 1980 con la situación del hotel Soviétskaya [o Sovetskaya o Sovietsky], en el número 32 de la Leningradskiy prospekt (parte superior izquierda de la fotografía). La avenida Leningradskiy se encuentra a continuación de la estación de Bielorrusia según se llega a través de la calle Gorki (actual Tverskaya)
Fotografía de la misma zona con un punto rojo señalando el lugar exacto donde se encuentra el hotel Soviétskaya. Dicho hotel ocupa la esquina formada por la avenida Leningradskiy y la calle Raskovoy, que conservan en la actualidad el nomenclátor soviético
(Fuentes: Google Maps 19/04/2013)
Fachada principal del hotel Soviétskaya, fotografiada desde la avenida Leningradskiy
(Fuentes: Google Street View 02/03/2013)
Fotografías con detalles de la fachada principal, donde queda claro que por este lugar no se accede al hotel sino al Teatro de cíngaros Romén, mencionado por Pigariova en su libro
(Fuentes: Google Street View 02/03/2013)
En lo alto de la fachada principal se encuentra un conjunto escultórico típicamente soviético formado por dos mujeres que flanquean el emblema de la URSS -una hoz y un martillo- y que sujetan en una de sus respectivas manos algún objeto difícil de identificar en esta fotografía (quizás un libro y una herramienta). Curiosamente el nombre del hotel no aparece precedido por la típica palabra rusa que se utiliza para designar este tipo de establecimientos: 'gostinitsa'
En la calle Raskovoy (esquina avenida Leningradskiy) se halla la entrada al famoso restaurante Yar (segunda fotografía) y, unos metros más al fondo, la entrada oficial al hotel Soviétskaya (primera foto)
(Fuentes: Google Street View 19/04/2013)
(Fuentes: Google Street View 19/04/2013)
Sobre la entrada del hotel, en la azotea, podemos ver otro típico conjunto escultórico de los tiempos de la URSS. Seis banderas esculpidas en piedra (tres a cada lado) flanquean un escudo con la hoz y el martillo. Sobre este conjunto se alza un mástil con una bandera roja que pretende recordar la de la URSS aunque se trate, con toda probabilidad y de forma muy oportuna, del estandarte del distrito donde se ubica el hotel
(Fuente: http://www.panoramio.com/photo/34301558)
El interior del establecimiento es un verdadero viaje en el tiempo. El hotel cuenta con una página web propia (http://www.sovietsky.ru/) que no escatima en detalles sobre el pasado soviético de este lugar (un cuadro con la imagen de Lenin, el escudo del hotel con la hoz y el martillo, etc.). Una fotografía captada por uno de sus clientes muestra un sorprendente retrato de Stalin colgado de la pared (última imagen), un personaje casi imposible de encontrar en la iconografía de la URSS del deshielo y, naturalmente, en la de la Rusia post-soviética
(Fuentes: http://www.sovietsky.ru/ y http://www.civil.uwaterloo.ca/beg/JohnStraubePhoto/TransSib/Moscow_web/page_01.htm)
(Fuentes: http://www.sovietsky.ru/ y http://www.civil.uwaterloo.ca/beg/JohnStraubePhoto/TransSib/Moscow_web/page_01.htm)
Después de una remodelación integral realizada en 2001 (que lo convirtió en un cuatro estrellas), el hotel continúa abierto al público con total normalidad. Hace unos pocos años se originó un conflicto legal entre el Estado y sus propietarios cuyo desenlace desconozco. Pese a haberse convertido en una reminiscencia del pasado con fines turísticos, las páginas web donde se pueden reservar sus habitaciones no hacen mención alguna del estilo soviético del hotel. Entre otras cosas, comentan que es "fascinante y refinado", que tiene balneario y que "is a magnificent design hotel, which celebrates Russian history and
sophistication, just a 10-minute walk from the Metro for easy access to
the Kremlin. Enjoy the gourmet food at the 185-year-old Novy Yar Restaurant, which features a stunning ceiling. A great cabaret each evening adds to the Russian style in this room, which looks like a room in a palace. Begin the day with breakfast in your room. After a satisfying meal, relax in the garden on the terrace, featuring a restored bronze fountain and gazebo from the early 1900s" (www.booking.com). Nada sobre los sucedido en este lugar entre 1917 y 1991. Lo soviético parece ser que no vende en el sofisticado mercado turístico del siglo XXI.
Su página web oficial tiene un apartado dedicado a los huéspedes ilustres. Una variopinta mescolanza humana que va desde Stalin y su hijo Vasili hasta el rey Juan Carlos I de España, pasando por Arnold Schwarzenegger, Chuck Norris (que durmió en la habitación de Stalin) y Margaret Thatcher, personajes estos últimos nada sospechosos de sentir simpatía por el comunismo (http://www.sovietsky.ru/content/eng/about/legend/great/).
Fotografía de 1912 con el restaurante Yar antes de que se convirtiera en el hotel Soviétskaya. Comparando esta fotografía con las actuales se puede observar como en la remodelación posterior fueron conservados los finestrales con forma de arco de medio punto que hay a cada lado de la entrada principal (del teatro Romén), así como parte de la barandilla de la azotea. Entre cada finestral se alzó una columna (con capitel) incrustada en la fachada, desde la base del edificio hasta la parte superior del mismo (un elemento típico de la arquitectura "estaliniana")
Esta fotografía tomada en los años 30 (según la página web de origen) contradice el comentario que hace la autora cuando afirma que "el antiguo Yar fue completamente reconstruido en los años cincuenta para convertirse en el Hotel Soviétskaya". Resulta del todo evidente que la fachada principal ya presenta el aspecto actual (excepto en su parte superior). Los modelos de vehículos que circulan por la Leningradskiy prospekt parece que confirmarían la fecha aproximada en que fue tomada esta imagen. Además, en la fachada del hotel pende un retrato que probablemente es de Stalin (que falleció en 1953). Es dudoso. Quizás Pigariova hace referencia en su libro a una segunda remodelación realizada en los años cincuenta
(Fuente: http://mosday.ru/)
El Palacio Petrovski, a 900 metros de distancia del hotel Soviétskaya en dirección Noroeste, siguiendo la avenida Leningradskiy
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