miércoles, 9 de marzo de 2016

Diario d'un sovietófilo (capítulo VII)

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Cruzando fronteras invisibles

Hace aproximadamente dos años, gracias a la enorme cantidad de páginas web surgidas en internet desde aquel lejano viaje en 2005, supe que esa mañana del 2 de enero, en los apenas cuatro kilómetros de recorrido entre el hotel 26 y el Treptower Park, había atravesado dos veces la antigua frontera entre la RDA y la RFA. Una frontera ahora invisible pero que continúa fracturando, silenciosamente, la geografía urbana de Berlín.

La primera de esas fronteras invisibles se encuentra en el puente Oberbaum. Y, como todas las fronteras, se halla dividida en dos partes, una en cada extremo. Por un lado, en el cruce entre la Warschauer strasse y la Stralauer Allee, en la riba derecha del río Spree, está la linde que perteneció a Berlín Este durante cuarenta años. Por el otro, en la confluencia de la Oberbaumstrasse y la Schlesische strasse, en la orilla opuesta, se ubica la de la antigua RFA. Hasta noviembre de 1989 todo el tramo de su calzada fue tierra de nadie, con puntos de control de las dos Alemanias en ambos accesos y una torreta de vigilancia situada en el punto medio, frente a los dos torreones de ladrillo rojo reconstruidos posteriormente en los años noventa. Entre el final de la Segunda Guerra Mundial y la unificación alemana, una vía fantasma del metro acababa de forma abrupta sobre el lado Oriental del puente, con convoyes que llegaban únicamente desde la parte Occidental de la ciudad y sin ninguna estación en la que bajarse. Llama poderosamente la atención que el Oberbaumbrücke, como testimonio mudo de un siglo XX extremadamente convulso, apenas ha sufrido cambios en todos los años de su existencia, excepto por el hecho de que ahora coches, peatones y metro –que circula de nuevo en dirección hacia el antiguo Ostberlin– lo atraviesan de forma fluida a lo largo de todo el día. Se diría que su estilo gótico báltico lo convirtió desde el primer día en un decorado atemporal. Cruzarlo en la actualidad es pisar a la vez las múltiples capas superpuestas de la historia berlinesa y sentir el viento de todos aquellos avatares. Para ello basta con cerrar los ojos, situarse mentalmente en un punto del calendario del siglo pasado y avanzar lentamente por una de sus aceras, esquivando los fantasmas que nos observan desde todas sus esquinas.

La
segunda frontera se halla medio kilómetro más al sur, donde acaba la Schlesische strasse y comienza la Pushkinallee. Por allí pasaba el Muro que dividía la ciudad, orientado de suroeste a nordeste y delimitando una esquina del Berlín Oriental que se incrustaba en terrenos de la ribera izquierda del río. Sin puerta de entrada y salida a través de esa pared, una torreta solitaria en territorio de la RDA vigilaba aquella parte de la línea divisoria desde
un descampado junto a la calle, a una cincuentena de metros de distancia. Al llegar a la orilla del Spree, esta sección del Muro continuaba su recorrido sobre una estrecha dársena construida en paralelo a ambas orillas, casi en el centro del río, apuntando en dirección hacia el puente Oberbaum. Al cabo de un centenar de metros, la frontera se acababa de golpe y pegaba un salto hasta la riba de la Alemania Oriental, dejando una parte del cauce literalmente emparedado. De todo aquello quedan muchas huellas impresas en las calles y parques de este distrito. El Muro, como en todo su recorrido por la ciudad, fue substituido por una doble hilera de adoquines, mientras que la torreta y la dársena continúan en su lugar, languideciendo con el paso de los años. Ir y venir por estas dos calles supone, literalmente, atravesar una barrera fantasmagórica que durante décadas nadie pudo traspasar físicamente, un agujero abierto en el tiempo en medio de una frontera que aún existe como recuerdo que algo que pudo ser y no fue.

E
l punto culminante de todo este recorrido histórico por los barrios de Friedrichshain, Wrangelkiez y Alt-Treptow se encuentra un poco más al sur y también he sabido de su existencia recientemente, gracias a una laboriosa combinación de mapas y fotos antiguas de Berlín. Su situación, lejos de las calles principales del distrito de Treptow, lo ha convertido en prácticamente invisible para los turistas y visitantes foráneos. Es por ello que aquel día de enero de 2005 ni siquiera supe que tenía ese lugar a poco menos de un kilómetro de la confluencia de Schlesische strasse con la Pushkinallee. Se trata de un canal que desemboca en el río Spree.

S
obre el Landwehrkanal,
conectando un parque público con unas antiguas naves industriales en la Kiefholzstrasse, se encuentra el Bahnbrücke der Görlitzer Bahn, un pequeño puente ferroviario del siglo XIX por cuya base transcurrió, en perpendicular, el Muro de Berlín, construido en la orilla derecha de su cauce. Lo que este discreto rincón berlinés tiene de excepcional es que, como un palimpsesto escrito con cemento y acero, cada época histórica ha dejado en él una pequeña marca que nos recuerda su pasado. Aunque hoy en día es un tranquilo paseo peatonal rodeado de árboles y parques infantiles, los arcos de piedra que hay en su base son los mismos que durante la Revolución Industrial alemana soportaron el peso de los trenes que se dirigían desde la estación de Görlitzer –en Neuköln, a la izquierda del canal– en dirección Este, hacia las localidades de Cottbus i Görlitz. Tras la Segunda Guerra Mundial y la división del país, la estación de ferrocarril, en la Spreewaldplatz, a unos quinientos metros al oeste del puente, quedó en el lado Occidental de la ciudad mientras que la vía a partir del Bahnbrücke pasó a pertenecer a Berlín Oriental. A partir de este punto los trenes no dejaban la RDA hasta llegar a Görlitz, en la frontera con Polonia. En 1952 Görlitzer dejó de ser la estación terminal de pasajeros de la línea Berlín-Görlitz (que se trasladó a Ostkreuz, en la Alemania del Este) y se convirtió en un almacén de carga, principalmente de carbón, grava y chatarra. Con la construcción en 1961 del Muro de Berlín, que transcurría de sur a norte por el lado derecho del canal Landwehr, pasando por debajo del puente, las autoridades germanoorientales tuvieron que instalar una puerta sobre él, en el acceso perteneciente a la RDA, con el objetivo de controlar el paso de trenes hacia la parte de Berlín Occidental. Hasta 1985 fue la puerta de entrada en la parte capitalista de una parte del carbón que se utilizó durante décadas como combustible, una carga que pasaba siempre por uno de los nudos ferroviarios más importantes de la Alemania comunista, la estación de Schöneweide, situada a seis kilómetros al este de la de Görlitzer.

La terminal de Görlitzer acabó siendo demolida y en los años noventa se construyó en su lugar un parque público que lleva su mismo nombre, junto al canal Landwehr. De aquella época ha quedado sobre el puente un beschaubrücke, la estructura metálica por encima de las vías del tren que servía para que los miembros de la Grenztruppen, la policía fronteriza dependiente del Ministerio de Defensa, inspeccionasen la parte superior de los vagones. En todo Berlín Oriental y en muchos lugares de la ex RDA existen todavía muchos beschaubrücke, algunos descubiertos, como éste, y otros con un tejado. Hoy en día esta pasarela de metal resulta extremadamente llamativa en medio de la vía verde en la que se ha convertido la antigua línea de tren y a la cual pertenece el puente Görlitzer. Parece más el resto una obra inconclusa que una escultura representativa de toda una era, gloriosa y dramática a partes iguales. Junto al beschaubrücke han quedado también algunos tramos de aquellas vías que en el pasado llevaron pasajeros hasta los confines orientales del Imperio Alemán y combustible hasta el corazón mismo de Berlín Occidental. Este libro abierto que es Berlín tiene una de sus páginas más sorprendentes en este punto, junto a un canal de diez metros de anchura que tiempo atrás sirvió de frontera natural dentro de un mismo país separado por dos ideologías.

A
unque fue inaugurado en 1865, el proyecto de la línea Berlín–Görlitz data de 1852. Por lo tanto, caminar sobre este puente supone pisar más de ciento sesenta años de historia. Convertida ahora en una vía lúdica para deportistas y paseantes, los trenes han ido y venido por esta vía férrea atravesando primero un Imperio, luego una Alemania en decadencia durante el período de entreguerras, soportando a continuación las bombas de la Segunda Guerra Mundial y convirtiéndose más tarde en un puente–frontera sin salida por uno de sus accesos. Un puente que separó dos realidades sociales por el que miles de fantasmas pululan buscando que alguien les tenga en cuenta, en un mundo que gira la espalda a su pasado.

T
engo que volver a este lugar y reparar el agravio de no haberlo visto en su día, en aquel lejano y frío mes de enero de 2005.


Mayakovski

El puente Oberbaum visto en junio de 2008 desde el cruce entre la Warschauer strasse y la Stralauer Allee (antiguo Berlín Oriental). La imagen fue capturada en 2016 en Google Street View

El puente Oberbaum (o Oberbaumbrücke) fotografiado en el año 1900, en una imagen pintada. Lo que ha cambiado no es el puente, que un siglo después sigue prácticamente igual, sino el paisaje del fondo

Imagen aérea del Oberbaumbrücke desde el lado Este de Berlín, tomada aproximadamente en los años ochenta. Comparando esta fotografía con la primera de la serie se puede ver que las únicas diferencias son las dos torres reconstruidas en los años noventa y la desaparición del edificio de la RDA que cerraba el acceso al puente. También se ve con claridad que solo se podía atravesar al otro lado caminando a través de la acera junto al río


Imágenes de 2008 y de la década de los años cincuenta, respectivamente, del extremo sur del puente Oberbaum, donde se encontraba la parte Occidental de la frontera entre la RDA y la RFA. Como se aprecia en ambas fotografías, se ha conservado la barandilla curvilínea sobre el río Spree

Esta es la perspectiva que tenían en 1987 los habitantes de Berlín Oeste desde el acceso meridional del puente Oberbaum

Plano actual de los distritos que hay alrededor del puente Oberbaum y del parque Treptow, en el que se reproduce el recorrido del Muro de Berlín hasta 1989. La parte derecha y superior de la imagen pertenecían a la RDA. Aquí el Muro actuaba como un cuño que encajaba una parte de Berlín Este en el lado Occidental de la antigua capital alemana

Captura de Google Maps ampliando la zona del plano anterior a lo largo del canal Landwehr, en su desembocadura en el río Spree. La línea roja imita el dibujo del Muro

Exactamente la misma zona, pero sobre el plano



La Puschkinallee en dirección sureste, hacia el parque Treptow. Sobre el asfalto y las aceras se puede apreciar el adoquinado donde antaño estuvo el Muro de Berlín. Las imágenes son también de 2008 y fueron capturadas en 2016

Torre de vigilancia de la policía de la RDA cincuenta metros más al sureste del lugar por donde pasaba el Muro, en un lateral de la misma Puschkinallee

Dársena sobre el río Spree paralela a su riba. Sobre ella transcurría la división entre los dos países

El puente Görlitzer, con una flecha de color negro, sobre el canal Landwehr. La línea roja marca el recorrido del Muro antes de su demolición. A la izquierda, donde ahora hay un parque, se encontraba la estación de tren de Görlitzer, en territorio de la RFA. A la izquierda del puente continuaba la línea Berlín-Görlitz a través de la RDA

El puente sobre el Landwehrkanal en 1869, tres años después de la inauguración de la línea ferroviaria Berlín–Görlitz. La fotografía se tomó en la actual Görlitzer Ufer, junto al parque, mirando en dirección sureste. Como se aprecia en la imagen, la pasarela de cuatro ojos pasaba por encima del canal y también sobre un camino junto a la fábrica 

Plano de 1902 donde aparece la estación de Görlitzer y la línea de tren a través del canal, con el nombre de las ciudades hacia donde se dirigía

Fotografía de 1984 desde el lado Occidental de Berlín, con el Muro, la compuerta y el 'beschaubrücke', la estructura metálica de vigilancia. Sobre ella se pueden ver a varios miembros del 'Grenztruppen' controlando los accesos. La imagen fue tomada en dirección nordeste

El puente Görlitzer en 1986, fotografiado desde Berlín Oeste. El estado de la vías y la compuerta, prolongación del Muro que asoma por la izquierda, es fruto del abandono un año antes de la línea ferroviaria usada hasta aquel entonces para el transporte de carbón

El 'beschaubrücke' en 1986 visto en dirección sureste (así lo indican la posición de las farolas, la compuerta y las escaleras de acceso). Se trata de una perspectiva extraña, porque esa parte del puente entre el Muro y el 'beschaubrücke' no pasaba, en teoría, sobre el canal, sino sobre territorio de Berlín Oriental (una carretera, probablemente). Da la sensación que estos coches estaban aparcados en la porción de tierra entre el canal y el Muro, lo cual resulta extraño porque no parece que hubiese suficiente espacio para ello (la otra foto de 1986 no muestra nada parecido)

De nuevo el puente Görlitzer desde Berlín Oeste. La foto es de 1989, el año de la caída/demolición del Muro

El 'beschaubrücke' en 1990 visto desde el lado de Berlín Oriental. Ese mismo año desapareció la RDA

El extremo sureste del puente (tocando a la antigua fábrica) pasa por encima de la Lohmühlenstrasse. La fotografía es de Google Street View fechada en 2008

Imagen de la antigua fábrica junto al puente Görlitzer, continuación hacia la izquierda de la fotografía anterior

Imagen desde la Lohmühlenstrasse con la misma vista que en las dos fotografías anteriores. Por la derecha asoma el 'beschaubrücke', por detrás de la vegetación

El beschaubrücke en la actualidad. De pasarela del 'Grenztruppen' ha pasado a tablón de anuncios de acontecimientos culturales en este distrito de Berlín

Un trozo de vía de la línea BerlínGörlitz, cerca del 'beschaubrücke', es hoy en día un testimonio mudo de tiempos pasados

Unos terraplenes junto al puente han ocultado para siempre lo que quedaba de la antigua estructura de mediados del siglo XIX. Ahora es solo una vía verde sobre un promontorio que comunica este barrio con el parque Görlitzer

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